Este año pongo yo la mesa. No es que no lo haya hecho nunca, pero es la primera vez que me toca hacerlo en
Nochevieja. Mi mesa, acostumbrada a desayunos para dos, con desparejados platos y vasos, tendrá que acoger a doce comensales. Aunque el protocolo aconseja no unir mesas y manteles diferentes, tendré que hacer de la necesidad virtud. Voy crear una mesa divertida, donde la combinación de diferentes copas y textiles encaje en un agradable y cuidado desorden.
Además, pretendo decorar la mesa como la ocasión merece. Eso sí, intentaré huir de las evidentes referencias a relojes y campanas. Para ello, he consultado mi enciclopedia de las ideas bonitas,
Pinterest, y he recopilando en un
tablero algunas imágenes sugerentes para montar la última mesa del año. Empiezo por el mantel, que es el telón de fondo de esta escenografía. Puede ser el elemento clave si lo eliges estampado; con motivos y colores festivos, como estrellas o banderolas, poco necesitarás añadir. O puede funcionar como lienzo en blanco sobre el que dar rienda suelta a tu imaginación. Para los más atrevidos, la noche del 31 es la oportunidad perfecta para llenar la mesa de brillos y lentejuelas.
Adornar la mesa con vegetación puede se un plan de lo más sano. Disfruta de un paseo matutino por el campo más cercano y recoge ramas, piñas y hojas caídas. Puedes atarlas formando centros de mesa o esparcirlas a lo largo de la mesa dando un toque natural a la noche de Fin de Año. Combínalas con frutas para dar color, a mi me encantan los cítricos: naranjas, limas y limones.
Si eras más bien urbanita y el campo te queda lejos puedes optar por velas y candelabros. Combina velas de diferentes formas y alturas, e improvisa nuevos candelabros con botes y vasos antiguos. ¿Te sobran luces del árbol de Navidad? Estíralas a modo de camino por el centro de la mesa. Te recomiendo las de luz cálida para que la sensación sea más agradable… ¡y no olvides desactivar el modo tintineo!
¿Se te dan bien las manualidades? Recorta cartulinas, gasas y papel pinocho para llenar la mesa de estrellas, bolas y pompones.
Si te pasa como a mí, y sobre el mantel te cabe poco más que los platos y las copas, haz que la decoración vuele. Es una noche especial, así que atrévete a colgar tus adornos de lado a lado del comedor. Aprovecha para recortar letras con los mejores deseos para el 2014.
Y si, como buen anfitrión, te gusta tenerlo todo bajo control, marca previamente el lugar donde se sentarán los comensales. Pequeñas pizarras, cartelitos con forma de estrella, lazos y hasta pequeñas figuritas, ¡échale imaginación! Así, además de adornar la mesa, cada invitado tendrá un bonito recuerdo de esa noche.
Y lo más importante, cuando te sientes a cenar, disfruta de la compañía.
Entra en el 2014 con una mesa espectacular y, sobre todo, con una gran sonrisa. ¡Feliz Año Nuevo!
Inés Garp (
@InesGarp)
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