Empieza el año y con él los buenos propósitos. Entre los míos, buscar y descubrir espacios únicos y extraordinarios. Creaciones inéditas que escapen a la producción en serie. Lugares con olor a auténtico y sabor único. Así es este pequeño atelier de sombreros y tocados, que hoy descubrimos en el corazón de Malasaña.
Cabeza de Calabaza
En el 16 de la calle La Palma, Irene encola y borda entre fieltros, pieles, velos y plumas. Alrededor, elegantes y ataviadas cabezas, la acompañan en su labor. Sombreros Cabeza de Calabaza nace de la  inspiración de su propietaria en el estilo de los años 20 hasta los 50. Formada en Bilbao, Madrid y Londres, trabajó previamente en el mundo audiovisual, como parte del equipo de vestuario de distintas series y películas. Estos comienzos cinematográficos sirvieron de punto de partida a Kike Garpe, diseñador responsable del espacio.
Cabeza de Calabaza
Su diseño se inspira en la parte trasera de un teatro o del rodaje de una película. El telón rojo en el fondo nos hace sentir entre bambalinas, a punto de saltar al escenario. Recrea ese lugar oculto al público donde, rodeados de útiles de atrezzo y decorado, los actores se preparan para salir a escena. A un lado, la pared repleta de cabezas de madera, bien coronadas por sombreros y tocados, al otro, una exquisita escenografía nos traslada a épocas lejanas. Un espejo al pasado para lucir en todo su esplendor los modelos únicos de esta artesana de la sombrerería. No es de extrañar que actrices de las televisivas “Águila Roja” o “Amar es para siempre” hayan portado con garbo sus Cabezas de Calabaza.
Cabeza de Calabaza
La selección de mobiliario combina con acierto artículos recuperados del Rastro como el espejo, la butaca y las lámparas, con piezas a medida de carpintería. Se contó en todo momento con los oficios de artesanos locales, tanto para los maniquíes, el papel pintado, los bancos, la mesa de trabajo y el cartel de la fachada.
Cabeza de Calabaza
Se trata de una tienda concebida para la atención personal. Un lugar donde la artista trabaja y recibe a sus clientes, ofreciendo un trato íntimo e individual. La decoración refleja la técnica tradicional que se desarrolla en el taller. Un rincón especial para descubrir, visitar y formar parte de una romántica escena donde nuestras cabezas serán las más elegantes protagonistas. Fotografías: Kike Garpe Texto: @InesGarp

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