Primero fueron los bebés angelicales los que se colaron en nuestros dispositivos, con su inocente mirada observando todos nuestros movimientos desde lo alto de nuestras pantallas, apoderándose incluso de las de celebrities como Rosalía, quienes también los incorporaron a su vida.
Ahora bien, los Sonny Angel no son los únicos –ni los últimos– animalitos que te conquistarán. Pues estos diminutos seres se suman a otros muchos que, especialmente mediante el formato del sobre sorpresa, ya adora todo el público. No importa tu edad, aunque, como siempre, ante cualquier locura de Internet la generación Z va en cabeza.
@danrenville
Los Sylvanian Families fueron los primeros en llegar. Unos tiernos animales que, por el «módico» precio de 30 euros, te permiten formar una familia completa. Luego llegaron los ya mencionados Sonny Angel y los Smiskis, que son fosforescentes y brillan en la oscuridad (para que su presencia no te abandone ni por la noche). Sin embargo, ahora el foco de fama está cayendo cada vez más en los Labubu, un conejo de lo más siniestro.
Por qué los Labubu conquistarán tu bolso
A diferencia de sus colegas, los Labubu tienen un tamaño considerable, más largo que un móvil común, y también un precio más elevado, habitualmente superior a 15 euros. Asimismo, esta especie de conejo siniestro tiene una mirada y una sonrisa que, mientras conquista a unos, a otros aterroriza...
Lo que sí tienen en común con los Sonny Angel es su packaging. Ambos vienen en cajas misteriosas, por lo que no sabes que te va a tocar. hasta que los abres. También comparten la variedad de colecciones, como Lazy Yoga, Tasty Macaron (en colores pastel), Have a Seat, e incluso otra inspirada en Halloween.
De textura suave y blandita, los Labubu traen una anilla para que fácilmente lo puedas colgar de donde quieras. ¿El lugar favorito de casi todo el que lo lleva? Las asas de tu bolso. Como lo lees. Colgar charms como estos animales de tu bolso favorito para personalizarlo a tu manera, como ya te contamos en Vanidad, es la gran tendencia de la temporada.
@lexic_c Unboxing My Labubu ♡ྀི ₊ #fyp #labubu #blindbox #unboxing #labubumacarons #labubuhaveaseat #bagcharmobsession #bagcharmobsessed ♬ original sound - POP MART
La marca original de venta de Labubu es Pop Mart, una empresa china que se ha asentado gracias a sus figuras coleccionables y el éxito de las cajas sorpresa; pero no importa si nuestro conejito es auténtico o de imitación, pues la fiebre por ellos es tal, que ya ha llegado hasta muchos bazares españoles.
Lisa, integrante del grupo de K-pop «Blackpink», fue de las primeras en dejarse ver con un Labubu colgado de su bolso, causando, desde entonces, gran furor y curiosidad por ellos.
@lalalisa_m
¿De dónde han salido todos estos seres?
Para entender no solo el fenómeno de los Labubu, sino de todos estas figuras sorpresas, hay que poner el punto de mira en Asia, más concretamente en Japón, país del que proceden otros figurines como los Sonny Angels o los Smiskis. Y es que estos pequeños angelitos, aunque lo parezcan, no tienen edad de bebés, pues llevan en el mercado más de 20 años, aunque no ha sido hasta ahora cuando se ha producido semejante boom en occidente. Su creador, Toru Soeya, se inspiró en las Kewpie babies —muñecas bebés con mejillas sonrojadas, que a su vez se inspiraron en ilustraciones de Rose O'Neill, creada en 1909—.
¿Por qué entonces en pleno 2024 han encontrado semejante demanda en occidente? La explicación la encontramos, una vez más, en la búsqueda de lo nostálgico y el escapismo en medio de un mundo acelerado, que necesita pausa; lo que está directamente relacionado con la compra de muñecas de la que reflexionamos ya hace unos días.
@popmart
Así, estas figuritas se convierten en refugio emocional de esa sensación de vacío y soledad que experimenta con frecuencia la generación Z. Y he aquí el quid de la cuestión. El acto de abrir un paquete sorpresa produce incertidumbre y una breve emocionalidad frente a lo que te puede tocar, haciendo que el momento del resultado cause un deseo máximo.
Conejos, bebés o seres fosforescentes, todos se erigen como embajadores de la nostalgia y el juego que, aunque puedan terminar en un cajón dentro de un año, nos recuerdan algo básico: la necesidad de disfrutar y desconectar, aunque solo sea por un segundo.
Paula Blake: @paula__blake
Imágenes: Instagram y cortesía de Pop Mart