Despojados de todas sus riquezas y desacostumbrados a los gajes de viajar en clase turista, Alberto, Coque y Belly se han propuesto recuperar el patrimonio que les fue expropiado por culpa del maldito Bernard Madoff. Son lo que queda de la antes acaudalada familia Quiroga-Páez. Con sus breves relatos en
Cachivache Vintage, proyecto que se mueve entre la realidad y la ilusión, nos descubren los muebles y objetos que un día decoraron su Pazo de Orense y sus lujosas casas en París, Nueva York o Ámsterdam y que se dedican a recuperar en un periplo internacional, para luego buscarles padrinos a través de su perfil de Instagram.
En Cachivache Vintage encontrarás piezas de los 50, los 60 y los 70. Una selección ecléctica, muestra de la creatividad de cada época y de los diseñadores, conocidos y anónimos. En palabras de los Quiroga Páez: “Son las piezas de nuestra vida, una vida con un punto de ficción, y hasta aquí podemos contar...”
A través de sus historias
quiroguescas, llenas de imaginación y creatividad, conocemos el
mobiliario, los libros, juguetes y obras de arte que poco a poco van rescatando. Pero queremos saber más de esta familia fantástica y de su quimérico pasado. Sus respuestas, en exclusiva para
Vanidad.es:
¿Dónde buscan los Quiroga-Páez para hallar sus joyas perdidas?
Siempre buscamos por mercadillos,
flea markets y brocantes próximos a nuestras antiguas mansiones y casas. Londres, Estocolmo, Nueva York y París ya las hemos peinado, pero aún nos queda mucho que recuperar. Madrid y Oporto son otros de los destinos habituales de búsqueda.
¿A qué destinos os ha llevado esta búsqueda en el último año?
El último con búsqueda fue París. A Islandia fuimos siguiendo el diario de viajes del tío Alfredo Quiroga, el aventurero de la familia. Hemos estado en Chicago, Nueva York, Bruselas y Madrid, siempre persiguiendo nuestros tesoros.
¿Cuál ha sido vuestro mayor hallazgo en estos viajes?
Destacaríamos, por su valor sentimental, una pandereta preciosa que recuperamos en París. Se trataba de una pequeña pintura al óleo. Un juguete-joya de nuestra abuela Quiroga.
Aun sabiendo de vuestra apretada situación actual ¿hay algún mueble que os quedaríais y no venderíais ni por todo el oro del mundo?
Hemos de confesar que después de mucho discutir llegamos a establecer una norma para estas cuestiones. Hay algunos muebles que no se publican. Son muy pocos, nuestros apartamentos no nos permiten acumular el patrimonio del pasado y preferimos no publicarlos; no es necesario poner los dientes largos. Todo lo que hemos publicado hasta ahora busca padrino de patrimonio
quiroguesco y lo suele encontrar entre nuestros fans.
¿De qué pieza os ha costado más desprenderos?
El aparador de palosanto y diseñado por Bernhard Pedersen & Son. Nos costó bastante decirle adiós. Claro que, sabiendo por quién fue apadrinado, esa angustia se transformó en alegría y orgullo. Beatriz Gaspar de
Con Botas de Agua lo seleccionó para formar parte de su salón familiar.
¿El objeto más curioso que habéis publicado?
Es complicado, pero vamos a seleccionar uno cada uno. Coque elige la pieza de
Op art de Tirmarche, el asistente de Dalí, recuperada en el
Marche aux Puces de París, ¡todo un descubrimiento! Belly se decanta por la corona que acabó en manos de
Lucía Marcano, una estupenda fotógrafa. Para Alberto, la pieza más curiosa ha sido la Lámpara Tucán ,una lamparita infantil post modernista diseñada por T.H.Huang para Huangslite. Se diseñó en los 80 y ya es un pequeño icono.
Yo sólo puedo decir: ¡bendito seas, Bernie Madoff!
Por Inés Garp (
@inesgarp)
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