Cada vez son más las palabras extranjeras que entran en nuestras vidas, y más aún si se trata de tecnología. Las redes sociales se han convertido en una necesidad para la mayoría de los mortales y por ello hay que aclarar conceptos. Instagram, esa inmensa plataforma de fotografía que comenzó siendo un pequeño espacio para compartir fotos que nos hacían creernos los profesionales más ingeniosos, ha dado un giro de 180 grados y hoy en día es la aplicación estrella para demostrarle a nuestros seguidores cuánto viajamos y lo bien que comemos.
Imagen @tuttimarquez
Playas paradisíacas y fiestas envidiables son las publicaciones que nos hacen deprimirnos cada día gracias a los “instagramers” más populares. Quienes dedican cada minuto de su día a publicar sus maravillosas vidas. Auténticas celebridades de las redes. Pero, ¿habías oído hablar de los egogramers”? Se trata de aquellos adictos a Instagram que, en parte, también son adictos a ellos mismos. De las imágenes que publican, un 99% seguramente sean fotos suyas. Selfies en el gym, en la cama o en el médico, pero siempre ellos.
Imagen @dulceida
El término es una mezcla entre “egoísmo” e “Instagram”, ¡pero de egoísmo nada! Nos encanta que compartan con nosotros sus mejores fotos aunque a veces nos corten la respiración.
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Imagen @victoriatornegren
Cuentas llenas de amor propio que ¡Nos encantan! Por Patricia Navarro

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