En la era de la digitalización vivimos también una interesante corriente que mira hacia el pasado, que recupera artes y medios pre-tecnológicos, y que apuesta por detenerse un instante para avanzar de una manera más humana.

Imagen: Hayou'u

 

Podríamos hablar de su influencia en gastronomía o moda, pero en el caso de la belleza resulta muy visible su irrupción, a través de filosofías orientales y terapias alternativas que inspiran los tratamientos de belleza occidentales del momento.

Digamos que estamos atravesando nuestra propia Revolución Industrial, en la que hay tantas personas a favor de la maquinaria moderna (o los múltiples gadgets, de cepillos faciales a máscaras LED) como luditas en contra, que buscan herramientas más conectadas con la naturaleza.

 Imagen: Hervibore

El poder de las piedras es conocido desde antiguo y utilizado de manera medicinal dentro de las terapias holísticas que tratan el cuerpo y la mente en conjunto. Cuestionadas por autoridades científicas, lo que está claro es que es un recurso medicinal utilizado por civilizaciones tan antiguas como la egipcia o la china.

De entre todas las piedras y propiedades, la era Instagram ha elegido como caballo ganador al jade. Quizá porque es fotogénica, presentándose en apetecibles colores verde y rosa pastel, o porque resulta un exótico accesorio para el baño, con toques de diseño contemporáneo. El hecho es que el jade ha sido la piedra favorita a la hora de escoger una herramienta de masaje facial.

 Imagen: Hayou'u

Las propiedades de la misma siempre deben ser vistas desde la medicina oriental y abarcan desde la depuración de los tejidos hasta el aumento de la energía vital o el apaciguamiento de los sentidos y el organismo. Puede que muchos vean estos efectos desde una perspectiva esotérica, pero lo que está claro es que un adecuado masaje diario a partir de un instrumento, sea en este u otro material diferente, siempre ayuda a estimular la microcirculación, tonificar los músculos y favorecer la eliminación de residuos. Precisamente esos son los objetivos de la instrumentación que seguro has visto en cada cuenta a la que sigues en las redes sociales. 

Imagen: Hervibore

 

En un lado del cuadrilátero, los rodillos de jade. Al otro extremo, los gua sha. Dos versiones diferentes que se valen del jade para realizar un masaje facial. Los primeros constan de un mango de la piedra en cuestión al que está sujeto una pieza giratoria que permite ser deslizada por la superficie de la piel. La acción es similar a pintar una pared, salvo que los movimientos deben ser cuidadosamente dirigidos de manera ascendente para obtener un efecto descansado y luminoso.

La opinión de muchas usuarias de rodillos tras su uso es que perciben la piel más uniforme, calmada y con el poro más cerrado. Es decir, básicamente perciben suavidad y uniformidad con su utilización regular.

Imagen: Hervibore

 

Por su parte, los gua sha se basan en técnicas de masaje relacionadas con el yoga y la acupuntura para trabajar los rasgos. El resultado buscado es la relajación de los músculos y la oxigenación de la piel. Para ello se utiliza una pieza de jade plana con forma de corazón asimétrico, aunque existen multitud de otras. Con esta silueta se consigue trabajar como si fuera una pala, al colocarla paralelamente a la piel, o como un punzón, al utilizar los puntos sobresalientes del “corazón”.

En Nueva York, Sandra Lanshin se ha hecho un nombre gracias, no solo a sus herramientas gua sha, sino a sus centros homónimos donde realiza estos masajes a sus fieles. Ella misma ha explicado la técnica para llevar a cabo un ritual eficaz: se comienza utilizando el frío natural de la piedra para descongestionar zonas inflamadas o irritadas para después trabajar por mitades el rostro, de dentro hacia fuera y en sentido ascendente, la frente, los pómulos y la mandíbula. Después llega el turno del cuello y, por último, el trabajo de los puntos de acupuntura: inicio de las cejas, sienes, extremos de las aletas de la nariz, centro de la barbilla y mandíbula. 

Las usuarias de este aparato, entre las que se encuentra una servidora, atestiguan un tono más descansado, rasgos más relajados y, en general, más luminosidad y tersura.

Imagen: Lanshin

 

Lo que está claro es que elijas el artilugio que elijas el masaje debe ser vigoroso, mediante una dirección que favorezca el drenaje linfático y la liberación de tensión muscular. También que debe ser realizado a partir de la aplicación de un aceite para no agredir la piel y que, con probabilidad, después del mismo notarás un enrojecimiento inmediato de la cara. No te preocupes, entra todo dentro de la normalidad y la activación tisular.

En el mercado (virtual) encontrarás múltiples opciones y candidatos. Algunos de los mejor posicionados entre influencers son el rodillo de jade de la omnipresente Hervibore o de la firma de origen chino Shiffa, así como los de la propia Lanshin o Hayo’u, recomendado por la Alex Steinherr. Solo te queda elegir tu arma y ¡a masajear!

 

Berta Almagro - @bertalmagro

Imágenes: cortesía de las firmas