Dice la leyenda, la historia o la narrativa popular, que el primer trendsetter vino de Córdoba.

Abu-I-Hasan Ali ibn Nafi o el Mirlo negro, como le llamaban, fue el creador no solo de las temporadas de moda, es decir, del cambio de vestimenta dependiendo de la estación, sino del orden de los platos al comer, de las tendencias en peluquería, incluso de las modas en el mobiliario y muchísimas cosas más.

Que Córdoba era el centro del mundo en la antigüedad, hoy no es un secreto, pero que ha sido uno de los sitios inspiracionales más importantes en el sector del estilo de vida y la moda, es tan solo uno de los muchos hechos sorprendentes que puedes descubrir en esta ciudad que sigue siendo uno de los destinos más fascinantes, enriquecedores y mágicos de nuestro país, además de la ciudad mas irresistible de España (según una votación popular de 2019) y lo vas a descubrir en estas líneas.

Pero, ¿cómo será conocerla este año?, ¿estará preparada la ciudad para esta nueva normalidad?... Y lo más importante, ¿valdrá la pena?

Propuesta: Inaugurar el primer fin de semana Post Covid en Córdoba.

El viaje: Córdoba es de las ciudades mejor conectadas de España, un sencillo AVE desde Madrid y en una hora y 45 minutos, estás en el centro de la ciudad. Un trayecto muy agradable a pesar de la mascarilla...

Hoteles

Córdoba tiene una oferta hotelera muy extensa de lugares exquisitos a precios muy razonables. Desde el Hotel Balcón de Córdoba, hasta el Hotel Madinat, pasando por el Patio del Posadero, por nombrar solo algunos... Pero no era plan de improvisar, así que de nuestros dos hoteles favoritos, Las Casas de la Judería y el Hospes Palacio del Bailio, solo este segundo estaba abierto, por lo que la elección fue muy clara.

A pesar de ser sus primeros clientes de la temporada en esta nueva normalidad, en el Hospes Palacio del Bailio, salvo algunas excepciones, estaban preparados para dar la talla. 

El "palacio de las Koplowitz", como lo llaman los taxistas de la ciudad por ser propiedad de esta familia, fue el primer cinco estrellas de Córdoba, así que ya solo por eso vale la pena pasar un fin de semana en él, aunque sea para vivir la experiencia de alojarse en un conjunto declarado Bien de Interés Cultural (y es que contiene hasta la ruinas de una Domus romana).

Nuestro plan (a primeros de julio con 40º a la sombra) eran sesiones muy intensas de turismo por la mañana, almuerzos descubriendo los mejores restaurantes de la ciudad, seguido de tardes de relax en su piscina o en su spa y terminando con cenas en los sitios mas icónicos, con lo que la elección del alojamiento era fundamental y con este hotel, no nos equivocamos.

Visitas imprescindibles (por orden de importancia)

1. La Mezquita-Catedral 

Es Patrimonio de la Humanidad desde 1984 y la foto que todo turista debe tener en su haber después de visitar la ciudad.

Contemplar esta maravilla en este período y fotografiar uno de los monumentos más reproducidos del mundo sin público, es una delicia y una oportunidad única e histórica. Alucinamos con su historia y sus hileras infinitas de arcos bicolores, sin turistas que te estropeen el momento, en el que la observación y la contemplación lo convierten en un paseo por la historia.

La Mezquita-Catedral de Córdoba es el monumento más importante de la cultura Omeya islámica del mundo y con la Mezquita Azul de Estambul, la más grande e importante que se conserva en la actualidad.

2. Medina Azahara

Si como yo, de pequeño leías los cómics de las aventuras del Gran Visir Iznogud, al visitar esta ciudad entenderás por qué quería ser ‘califa en lugar del califa’. Esta ciudad, construida solo para justificar el auto nombramiento de un emir que quería ser califa (el califa ejercía la suprema potestad civil y religiosa en todo el imperio musulmán) fue el escenario de la corte de una fastuosa ciudad que el califa Abd-al Rahman III mandó construir a los pies de Sierra Morena, a las afueras de Córdoba.

En el corto período de duración de este Edén (fue destruida en las guerras que arrasaron Al-Ándalus a principios del siglo XI) por y gracias a la atracción de su poder y fortuna, no solo se fraguaron historias como la del Mirlo Negro, sino miles de leyendas que han llenado el imaginario y las películas y narrativa sobre lo que hoy se entiende como cultura árabe. 

Los vestigios de la ciudad construida en la ladera de una montaña en terrazas, cada una para cada rango social, es una visita muy enriquecedora (a pesar del calor y de tener que llevar mascarilla en todo momento al recorrer sus arcos).

No os podéis perder el vídeo en el centro de visitas y dejar que un guía os explique el recorrido. Si no tienes a alguien experto que las llene de magia y de historia, es un puzzle de piedras sin sentido.

3. Museo de Julio Romero de Torres

Una de las delicias escondidas de esta ciudad y seguramente, la que más nos apetecía visitar...

A pesar de que te obligan a pedir cita previa online (en un momento en el que los museos están casi vacíos), de un trato poco amable de su personal (y éramos los únicos visitantes) y de que este prohibido hacer fotografías (ni para periodistas debidamente acreditados), este museo es una visita imprescindible en esta mágica ciudad.

No solo tiene un recorrido cronológico por toda la obra del artista, sino muchos de sus mejores retratos, así como algunos trabajos publicitarios que tan célebre le hicieron en una época y por los que se ha hecho parte de la cultura popular española. 

El palacio, que era la casa familiar del propio artista, está decorado para exaltar la propia obra expuesta. Es una pena la iluminación de los cuadros y las pocas referencias a su trabajo más popular...

4. Museo de Bellas Artes

Justo en frente del Museo del maestro Cordobés, encontramos el Museo de Bellas Artes, un pequeño recorrido pictórico que dirigió el padre del artista y que contiene no solo una colección espléndida de arte barroco, renacentista y manierista producido en la ciudad, sino parte de la obra de la familia Romero de Torres que te ayudará a entender sus orígenes, influencia y el porqué de su obra.

No hace falta reservar, amabilísimo personal y se pueden realizar fotos sin flash.

5. Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba

Uno de los museos arqueológicos más potentes de este país. Esta maravilla, construida sobre los restos del teatro Romano de Córdoba, te lleva a través de un circuito muy inteligentemente ordenado por la historia primigenia de la ciudad hasta enero de 1492.

Vale la pena reservar y solicitar una visita guiada, así como darte tiempo para descubrir y aprender con las piezas y tesoros que guarda.

Entre otras cosas, este museo contiene todas las obras desamortizadas de los conventos cordobeses. Situado en el antiguo palacio renacentista de los Páez de Castillejo, comienza su recorrido por la Revolución Neolítica (y guarda los tesoros hallados en la Cueva de los Murciélagos), pasando por la Protohistoria, así como por el sello romano y visigodo tan presente en la ciudad... Y por supuesto por Al-Ándalus hasta la reconquista de Granada.

De esos lugares que te hacen re-enamorarte de la historia, sobre todo si tienes a un guía como Pepe que, a pesar de las prisas de los urbanitas, nos supo contagiar su pasión por los orígenes de esta ciudad.

6. Las calles de Cordoba, la judería y la Sinagoga

Las calles y el casco antiguo de Córdoba, con sus calles angostas construidas para cobijarte en la sombra, son una delicia llena de magia y de rincones para instagrammers o locos de la fotografía. El barrio sefardí, uno de los más visitados de la ciudad, contiene a parte de los restos del antiguo Zoco, una de las tres Sinagogas mejor conservadas de época medieval en España.

7. El Palacio de Viana

Uno de los Palacios visitables más refinados y fascinantes de la ciudad, sobre todo desde el punto de vista paisajístico. Date un paseo por sus más de 5 siglos de historia y descubre los estilos arquitectónicos, artes decorativas y ambientes relacionados con la Aristocracia que esconde, con muchos de los estilos decorativos de moda entre los siglos XV al XIX.

No te pierdas sus 12 patios y extensísima vida vegetal.

8. El Cristo de los faroles, iglesias y arte cristiano

La cultura sacra, unida a la devoción cristiana de esta ciudad, se manifiesta en cada esquina y rincón de la misma. Por eso perderte en sus calles o visitar sus iglesias, resulta imprescindible. Uno de nuestros rincones favoritos es el Cristo de los Faroles. Ver anochecer o el encender diario de la iluminación del Cristo, es una liturgia llena de magia y profunda emoción.

Gastronomía 

1. Mercado Victoria

Regentado por Paco Mulero, un erudito de la cultura cordobesa y un fantástico anfitrión, es el primer mercado gastronómico de Andalucía. El mercado es un pabellón (bueno, ellos lo llaman caseta) de hierro forjado de estilo pseudomudéjar, ubicado en pleno paseo de la Victoria.

Perderte entre sus puestos es una delicia y es la manera más sencilla de descubrir el nivel y exquisitez de la gastronomía de esta ciudad. Desde su selección de salmorejos, (La Salmoreteca), su exquisito jamón del Valle de los Pedroches, pasando por su excelente mejicano (Mexx), su exquisita selección de quesos (La quesería), vinos (la Vinoteca), comida japonesa (Ali) o árabe (La Medina), sus carnes (la Tranquera), ostras o tomarte una copa por la noche. Es un must y uno de los primeros sitios que ha reabierto tras el Estado de Alarma.

2. Bodegas Campos

Es el segundo must de nuestra lista, a pesar de que todavía estaba cerrado... Regentado por la familia Campos, una de las que más tradición gastronómica acumula en esta ciudad, tiene una de las mejores y más célebres cartas clásicas de Córdoba. 

3. La Ermita de la Candelaria

Muy cerca del anterior, ambos en el Arrabal de la Axerquía y liderado por uno de los miembros de la familia Campos, Javier, es una delicia de la cocina tradicional cordobesa. 

Construido dentro en una Ermita y bajo las órdenes del chef Juan Gutiérrez, un virtuoso de la cazuela y de la mazamorra.

Desde unas sencillas croquetas de jamón, hasta sus carnes y pescados, pasando por su ensaladilla de langostinos o su delicioso lagartijo encebollado... cenar es este lugar mágico te trasladará a tiempos inmemoriales. 100% recomendable. 

4. Taberna Los Berengueles

Otro de los imprescindibles tradicionales de esta ciudad. Antigua residencia de los Marqueses de Valdeoro, es el clásico palacete, con patio cordobés, situado en pleno centro histórico, con fantástico pescado fresco, tapas... ¡no te pierdas sus huevos con jamón!

Trato familiar y precio súper correcto. Ideal para un buen almuerzo seguido de una buena siesta. 

5. Casa Museo de Manolete

La misteriosa, corta y fascinante historia del Califa del Toreo Cordobés, no es completa si no visitas el palacete que compró para la mujer de su vida, su madre. 

Antigua residencia de Ortega y Gasset que el torero más elegante y extravagante de la historia, icono de las tendencias y la cultura popular, reformó convirtiéndola en una modernidad de la época. Hoy es un restaurante-museo, una mezcla muy extraña y a veces un poco presuntuosa, pero que se agradece porque te imbuye en la vida de este héroe local. 

Manolete, aparte de un habitual del Chicote madrileño y rey de las noches y plazas de toros del mundo entero, marcó tanto la historia de esta ciudad, que es de justicia que un sitio tan icónico como este mezcle el ocio, la elegancia y la noche con la historia. 

El chef Juanjo Ruiz y Remedios Romero, dirigen el restaurante donde además, se come de cine.

Otros

Córdoba es una ciudad en la que te puedes perder por sus calles y casi probar en cualquier bar o taberna, su oferta gastronómica de la ciudad es extensísima, con clásicos como El Churrasco, la Taberna Salinas, Noor, el Restaurante de Paco Morales con una estrella Michelin o Choco, de Kisko García, con 2 estrellas pero que dejaremos para otro viaje...

 

No sabemos si Abu-I-Hasan Ali ibn Nafi le habría dado la vuelta a la mascarilla y la habría dotado de glamour, pero lo que hoy sabemos con certeza, es por qué se enamoró de Córdoba.

 

Texto: Emilio Saliquet

Fotos: Emilio Saliquet y cortesía del Hotel Hospes Palacio del Bailio y del Mercado Victoria.

Agradecimientos a Ana Marcos de la oficina de turismo de Córdoba, a Marta Gómez de Cordoguía, nuestra guía, a Paco Mulero y su Mercado Victoria y a los museos e instituciones que nos han abierto sus puertas en un período tan extraño como este.