Esta urbe siempre trepidante en modas, tendencias y con un aire tan internacional que a veces es difícil incluso encontrar a gente de la tierra, siempre nos fascina.
Su increíble arquitectura, que abarca un espectro de los más amplios que pueda tener una población (desde ruinas grecorromanas, hasta ser la cuna del diseño más actual, sin olvidarnos de su gótico impecable ni de su modernismo vanguardista), se abrazada por un mar abierto, integrado en la misma ciudad, que hace de Barcelona -junto con Tel Aviv y Miami- una de la pocas ciudades que viven el mar con intensidad en su día a día.
Hotel Kimpton Vividora
Esta vez hemos venido al hotel KIMPTON VIVIDORA en busca de elegancia refinada pero desenfadada, frescura y ubicación, porque situado junto a Plaça Catalunya, permite moverte a pie en un radio bastante amplio abarcando buena parte de los hot spots que podemos visitar en la ciudad.
Nada más entrar al hotel, se percibe la atmósfera iconoclasta que han querido transmitir, pues tienen un bar-lounge a pie de calle para cualquiera y, a través de sus cristaleras, tan amplías como atractivas, invita a viandantes de todo tipo a unirse al grupo sin necesidad de ser clientes.
El primer piso alberga la recepción, que se compone de tres cubos de distintos mármoles que gracias a la iluminación parecen levitar en el espacio, acogiéndote a una estratosfera ingrávida que te da una bienvenida de agradecer. La recepción se complementa con una estantería donde puedes escoger libros de arquitectura y decoración para relajarte mientras esperas.
La subida a las habitaciones se nos presenta ágil, con una geometría contundente que viene marcada por la moqueta y atemperada por los cuadros geométricos que jalonan los pasillos.
Las habitaciones son pequeñas pero bien aprovechadas, con un diseño limpio y acogedor que no deja indiferente.
Para refrescar nuestra vista emprendemos camino hacia su terraza, donde la infinity pool saluda a la Catedral Del Mar y se asoma a todos los tejados del barrio gótico en el que está enclavada. Las tumbonas de Kettal ponen un punto de refinamiento a este espacio al aire libre que nos deja soñar mientras nos relajamos. Tanto, que nos quedamos para cenar en la misma ubicación y nos vemos sorprendidos por su carta, tan delicada como contundente.
Bar Veraz
Nos interesamos también por el hotel The Barcelona EDITION y descubrimos que el emplazamiento es ideal para todo aquel que aprecie la obra de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue, pues las habitaciones que dan al famoso mercado con su cubierta de baldosines coloreados hacen del tejado un mar cromático muy estimulante a la vista.
Cabe destacar la comida en su Bar Veraz, rotunda, contundente y con estilo, sobre todo la del desayuno, que tiene una carta variada, tanto en producto local como en calidad y presentación. Desde luego, también es un referente para darte un homenaje si no eres huésped.
¿Dónde comer?
RESTAURANTE CAL PEP. Typical Spanish. Tapas a full con el dueño, Pep al mando. El sitio es pequeño y la decoración no impresiona, pero la comida es insuperable y barata.
BAR CAÑETE. Misma decoración poco atractiva pero con una comida y un personal excelentes.
LLAMBER. Tapas con personalidad. No en vano, los dueños son vascos y encontramos un mayor grado de sofisticación.
RESTURANTES DE LA BOQUERÍA. Cualquiera de ellos te ofrecerá una calidad máxima y un servicio cercano.
BOTAFUMEIRO. Un clásico que no pasa de moda para mariscadas, paellas y todo lo "español". Precios tradicionales.
Benzina
BENZINA. Si quieres comer italiano, el italiano de la Ciudad Condal, sin duda, es este. Con una playlist de música rock de los años 60 y 70 tomarás sus platos revisitando la cultura culinaria del país vecino a un ritmo emocionante. Un must al lado del bonito mercado de Sant Antoni.
RESTAURANTE SIETE Y PICO. Disfrutarás de su menú, económico pero de gran calidad. Por las noches, no te pierdas las croquetas que ofrecen en todas sus variedades.
La Taperia
RESTAURANTE EL NACIONAL. Esta vez elegimos La Taperia, uno de los cuatro restaurantes que componen este antiguo supermercado de coches que Lázaro Rosa Violan transformó en el destino gastronómico de cualquiera que visite Barcelona. Bajo su techo modernista se sirven platos variados que responden a nuestro concepto más tradicional de tapa pero revisado con ojo experto por el grupo Subirats Bureau.
¿Qué comprar?
SOCK MARKET. El paraíso de los calcetines o la tienda multimarca de calcetines más grande de Europa. Aquí puedes encontrar incluso Bonnie Maison con algodón egipcio y su propio Pantone. Parada obligatoria si quieres llevar obras de arte en tus píes.
DUCK STORE. Se trajeron la idea desde Ámsterdam y crearon una tienda de “solo patitos de goma”, así que podréis encontrar cualquier variedad y rareza de estos.
KÄTHE WOHLFAHRT. O la tienda de adornos de Navidad más grande de Europa. Sorprende encontrar tantos adornos navideños en cualquier época del año porque pasear por la tienda supone una inmersión en ese espíritu invernal y colorido tan propio de la Navidad.
OBACH CAPELLS. Una sombrerería ancestral de más de un siglo donde encontrarás modelos característicos con diseños que no te dejarán indiferente.
Nuestras recomendaciones
Decidimos conocer un poco más los alrededores de la ciudad, por lo que encontramos Sitges como la mejor opción. Aquí visitamos dos hoteles muy diferentes y algunos de los restaurantes que son una buena opción en la zona:
DOLCE SITGES. Rodeado de un parque natural, está construido en cascada hacia el mar adaptándose perfectamente a la colina donde se ubica con habitaciones enormes y vistas insuperables. La decoración se basa en los colores mediterráneos, ocres, azules… que nos traen el exterior al interior haciendo que esa simbiosis sea insuperable.
El equipo de diseño hizo que cada rincón sea un escenario 'instagrameable' per se. Además, con sus 4 piscinas y su spa tendrás la posibilidad de vivir un caribe mediterráneo.
Para cenar, su restaurante La Punta goza del mismo paisaje, esta vez atemperado por el atardecer. Su comida, de km0, está pensada para el deleite absoluto junto con la guitarra que lo acompaña todo.
Recomendamos no perderse el desayuno, que tiene lugar en un comedor enorme y abierto al jardín y al mar. Es un espacio que respira magia por sí mismo, con Sitges en primer plano como una postal emocionante.
Seguimos con ganas de quedarnos en la zona, así que nos bajamos al ME Sitges Terramar, un hotel donde las olas lamen prácticamente el edificio y con unas vistas extraordinarias y cercanas del mar y del pueblo.
Con una decoración ecléctica, fresca e informal, destaca Kettal en el amueblamiento que le confiere calidad e internacionalidad así como una muestra de vídeo arte en el hall de entrada muy en la línea de Daniel Canogar, que nos habla sin palabras de cultura viajera y amor por el arte.
Nos ubicamos caminando por el paseo marítimo, que lo une directamente con la iglesia que sirve como emblema de este pueblo que lo fue de pescadores y que, desde hace tiempo, vive sumergido en la internacionalidad que le otorgan parte de sus residentes habituales y la pléyade de turistas, sobre todo extranjeros, que recalan en sus aguas en busca de su conocido sol y diversión. Dos términos que aquí adquieren su máxima expresión.
Para reponer fuerzas, comemos en su restaurante Beso, volcado al mar, y nos deleitamos con su parrillada de pescado y marisco. Para cenar, lo hacemos en la terraza, desde donde la visión panorámica de 360º es realmente imbatible. Comer aquí es un placer.
¿Dónde comer?
FACTOR VI. Restaurante y cocktails de autor. El mismo barman es un show en sí mismo. Te quedarás con la boca abierta. Comida tradicional como contrapunto.
MARICEL. Cocina netamente mediterránea con vistas. El servicio evoca la Costa Azul. Muy recomendable.
¿Dónde beber?
VIVERO. Es el beach club por excelencia. Con vistas excelentes como no podía ser de otra manera. Encontrarás a la gente más selecta del lugar, porque se necesita un buen poder adquisitivo para tomar algo aquí.
HOLA CLUB. Una alternativa al anterior, pero más joven y en primera línea de mar, aunque en el lado opuesto de la ciudad. La música es más movida e ibicenca.
¿Dónde comprar?
COSO SITGES. Tienda multimarca, sobre todo italianas, para hombre y mujer. Es bastante completa en cuanto a marcas de alta gama y te encuentras mucho extranjero en busca de buenos precios.
Carlos Sánchez
Imágenes: Cortesía de los establecimientos.