Así es, ni siquiera un mes hemos podido aguantar los españoles los propósitos de Año Nuevo. Hay que tener en cuenta que ya comenzamos el año saltándonoslos, por lo que no deberían llamarse así. Sin embargo, este año hemos dicho que era el verdadero, que haríamos un gran esfuerzo por cumplirlos. Ir al gimnasio, ahorrar, comer sano... lo mismo de siempre pero diciendo que este sería el año. Pero pasan los días, llega el Blue Monday, la cuesta de enero, los días son fríos y lluviosos y apetece quedarse en casa viendo una peli. Pero claro, habrá que pedir algo para cenar, ¿no? Y ya está, hemos caído en la tentación y adiós propósitos de año nuevo. 

 

La realidad la hemos visto gracias a un estudio realizado por la empresa de comida a domicilio Deliveroo. Según esto, empezamos el mes muy bien justo después de los Reyes Magos, cuando tenemos bien claro cuales son nuestros propósitos. Y aunque no dejamos de pedir comida a domicilio, algo que se ha convertido ya en un hábito para miles de personas, lo hacemos de forma mucho más sana con ensaladas, pescado o verduras. A esto tenemos que sumarle el sentimiento de culpa que nos invade tras los excesos de las casi 3 semanas de fiestas y excesos navideños. Algo que no solo es el remordimiento de conciencia, sino que nuestro cuerpo también lo nota y nos pide un descanso de calorías.

 

A medida que pasan los días vamos perdiendo la ilusión por el nuevo estilo de vida porque el tiempo no acompaña y eso de prescindir de los caprichos culinarios, no lo llevamos nada bien. Y a finales de mes, en concreto el 30 de enero, ya podemos dar todo por perdido. 23 días nos han durado nuestros fantásticos propósitos de Año Nuevo, al menos los de comer sano. Según los platos más pedidos a domicilio durante la última semana de enero, nos decantamos ya por hamburguesas, pizza o burritos. 
Aunque todos estos datos signifiquen que lo hemos dado todo por perdido, no es así. Aún hay una pequeña esperanza porque por semana aún seguimos pensando en la dieta de comer sano, especialmente a la hora de la comida que es cuando solemos tomar mayor cantidad de alimentos. Estos caprichos calóricos los reservamos para el fin de semana, sobretodo por las noches cuando estamos calentitos en casa viendo una peli relajados.
 
 
Está muy bien que nos hagamos estos propósitos de Año Nuevo y más aún que consigamos mantenerlos al menos por semana. Claro está que los caprichos no pueden faltar en nuestra alimentación porque si no, ¿qué gracia tendría? Basta con intentar seguir en la misma línea y mantener una alimentación equilibrada, con sus días más estrictos y saludables, y otros concediéndonos ese capricho que sin duda alguna nos va a alegrar el día.

 

Lucía Pandiella - @luciapandiella 

Imágenes: archivo