Si tu ex vuelve después de tomarse un par de copas, cómo no les va a entrar nostalgia a los trendsetters a recaer en lo que se vestía hace 20 años. Y es que todo tiene un por qué sociológico más allá de la influencia que pueden tener algunas firmas o prescriptoras de tendencias.

 

Versace Spring 1995 Ready-to-Wear

 

Nos parece fascinante cómo réplicas de los vestidos de satén de la colección del 95 de Gianni Versace, se siguen vendiendo como churros a día de hoy... Pero vayamos por partes. Hace años, las tendencias tenían un marcaje muy claro, pues descendían de arriba a abajo en formato goteo para diferenciar quién tenía dinero de quién no -de ahí la influencia is not the new black, is the new money-.  

Sin embargo, este estilo vertical se vio diluido por muchos motivos. ¿Uno de ellos? Internet.

Te lo demostramos: nombrad a un enamorado de la moda que no sepa cuál es el dos piezas amarillo de Dolce & Gabanna que aparece en la película Clueless. Esta película que sigue inspirando colecciones desde 1995, se ha convertida en la gran protagonista del street style esta temporada, impregnando las calles de tartán amarillo (u otros reinventados colores). ¿Pero por qué vuelven las tendencias? Justo por eso, porque ya no están.

Fotograma de 'Clueless' (1995)

 

Las tendencias suelen sufrir un ciclo de 20 años desde que mueren y encuentran otro motivo por el cual resurgir. De ahí que la vuelta del estilo Y2K haya sido tan orgánica, tanto que hasta los temidos -ahora queridos- jeans de tiro bajo han encontrado su lugar en armarios de todo el mundo. 

Paralelamente, también contamos con series actuales que se inspiran en un pasado, creando un nuevo hype. Con Emily in Paris por ejemplo, se ha disparado el pan... queremos decir, las búsquedas del baguette de Fendi. Con Los Bridgerton, volvió el corsé, introduciéndose como un must en cualquier look. Y sí, Euphoria fue la responsable de las crecientes búsquedas de makeups con glitter, por no hablar del sold out que protagonizó el vestido azul de Cassie.

Así, las plataformas de streaming y, sobre todo, las redes sociales y los trends que surgen en ellas, hacen que estas tendencias vuelen como la pólvora, pero que también se quemen igual de rápido... Eso sí, hasta nuevo aviso o nueva temporada.

 
 
 
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Los trends llegan muy contrariados y, aunque las tendencias son cíclicas, hay momentos históricos que rompen nuestros esquemas. Sí amiga, como pasó con el icono de los años 80, el legging. Varios coolhunters anunciaban su reaparición en los 2000, pero no fue hasta la primavera de 2006 cuando la tendencia demostró tanta fuerza que los fabricantes de medias tuvieron incluso dificultades para responder a la demanda... Después, con el confinamiento -y ante todo pronóstico de Carrie Bradshaw-, las mallas fueron la prenda estrella de la temporada, combinándolas eso sí con sus antónimo estilístico: las blazers.

Asimismo, en este triángulo de amor-odio y odio-amor, también influye que el ser humano es social por naturaleza y busca encajar. Y eso ¿qué conlleva? Otra pregunta. 

Cuando creemos que estamos innovando, ¿actuamos libremente o bien es la sociedad la que determina que actuemos así? La palabra tendencia nace, crece y muere cuando hay otras que nacen. Algo que también ocurre con la canción del verano... Aun así, años después, somos capaces de volvernos a enganchar a ella cuando la escuchamos en la verbena del pueblo. Y es que -haciendo un símil a los chistes de Jaimito- el must-have se convierte en el colmo de lo pasado de moda... 

El auge de lo vintage

Precisamente, a consecuencia de esto, el mercado de segunda mano sigue en aumento. ¿Su éxito? El bajo coste, la autenticidad, el constante desglose de tendencias y la aproximación a las novedades de las firmas que no nos podemos permitir económicamente...

Sin embargo, las marcas empiezan a darse cuenta de que no pueden competir con este tipo de comercio, ya que ahora se valoran más las prendas que no se fabrican que las que están en tienda... Es por ello que firmas como Gucci han decidido lanzarse a lo vintage con su propio espacio para albergar prendas de segunda mano. Aunque también está el caso de Alexander McQueen, quien colabora con plataformas referentes en este movimiento, concretamente con Vestiaire Collective.

Si no puedes con tu enemigo únete a él decían...

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Actualmente, el mundo de las redes sociales -sobre todo en TikTok- se divide en un ring de boxeo entre hauls de Shein, versus trucos sobre cómo comprar mejor en Vinted y ser fashionable y sostenible a su vez. Así, que se lleve lo vintage, ¿significa que es tendencia -paradójicamente- “lo pasado de moda”? 

Amiga, a la que respondemos una pregunta se nos quedan tres sin resolver, pero lanzamos la última, que es la que más nos intriga: ¿seguimos siendo originales o reproducimos en un bucle permanente lo que ya vivimos ¿Es este el nuevo presente? 

 

Sara Bosch: @sarebosch

Imágenes: Cortesía de las marcas.