Pretty Little Liars es esa serie de la que mucha gente habla y se ríe. Una miscelánea de "Mujeres Desesperadas" y "Gossip Girl" que mezcla todos los ingredientes de las series
girly y por qué no también, un poco de "Física o Química". Así, todo junto a la vez y revuelto. ¿Cómo resumir la trama? No hay nada demasiado llamativo salvo... lo cromos que son las niñas. Y es que, dentro de todo el universo
Liar lo que más destaca son los
looks de sus protagonistas -y no por su magnificencia precisamente- . Van al colegio vestidas con el modelo hortera de la noche anterior porque ellas SE LO PONEN TODO.
Os presentamos a la artífice de tan indescriptibles composiciones que
son la comidilla de Internet. Ella es la estilista Mandi Line, el híbrido estético perfecto entre
Diablo Cody y Arantxa de
Gandía Shore. Nadie entiende muy bien que las protagonistas vayan vestidas como mujeres de 40 años recién salidas de una gala benéfica, así que ella intentó explicarse como buenamente pudo en una entrevista para la
CNN: "¿Por qué ser conservadores con los bajos de las faldas y los tacones en una serie en la que un profesor sale con una alumna y una niña borracha no es capaz de acordarse de si enterró el cuerpo de su amiga muerta?"
Visto así... He aquí, Mandi:
"Hey!"
Es imposible evitar preguntarse hasta qué punto puede ser beneficioso que no exista coherencia entre la escena y el estilismo del personaje. Suponemos que la parte positiva será todo lo que dan que hablar. Sin embargo, cuando la conversación es una burla continua de una serie que no ha nacido como parodia... se abre la brecha. Pero bueno, a nosotros nos da igual y sólo nos quedamos con las pintas.
"Ooo she"s been a bitch tonight"
"Yes honey the NYPD shut down the party... so no fee for me"
"So I hope you"re up girl... cuz we are aaaall coming over"
"Let"s have a kiki"
Marieta Zubeldia