Estamos viviendo una época sin precedentes. Nunca antes nos habíamos enfrentado a una pandemia tan particular como es el coronavirus. Por eso no es de extrañar que, como ha sucedido en otros momentos de la historia, esta situación tendrá importantes efectos en nuestra forma de vivir.
Según los expertos, el Covid-19, que ya ha empezado a modificar la forma en la que nos relacionamos y cómo nos vestimos, también cambiará nuestros hábitos de consumo, nuestra escala de valores y nuestro estilo de vida en general.
En VANIDAD hemos recopilado las predicciones de WGSN, líder mundial en tendencias, los últimos informes de la reputada firma de consultoría Boston Consulting Group y los datos y estudios al respecto elaborados por Kantar y Nielsen. Todo ello para desgranar las 5 grandes tendencias que están dibujando el presente y el futuro de la ‘nueva normalidad’.
1. Impulso definitivo a la transformación digital
El teletrabajo, como el uso masivo del e-commerce, ha llegado para quedarse.
El confinamiento en sus diferentes vertientes (cada país ha impuesto sus reglas) ha significado un experimento global del teletrabajo. Somos muchos los que hemos disfrutado de sus bondades en términos de productividad y conciliación. Aunque los expertos reclaman la necesidad de abordar los retos que presenta el teletrabajo (motivación, comunicación, herramientas necesarias, etc.) y establecer límites a la jornada laboral (y evitar el ‘telepresentismo’), pronostican que el trabajo en remoto se ha instaurado como una modalidad más.
Del mismo modo que ha sucedido con el teletrabajo, los consumidores en todo el mundo se han visto obligados a recurrir al canal online para realizar muchas de sus compras, acostumbrándose a adquirir productos y servicios desde la comodidad del hogar. Esto ha ocurrido incluso en los casos de quienes nunca habían comprado online antes. En palabras de la experta en consumo Noelia Arenas, de Nielsen, “el canal online tenía una serie de barreras que ahora se han roto, como comprar o pagar con tarjeta”.
2. Hacia un consumo más racional y consciente
Nuestros hábitos de consumo también están cambiando. Según WGSN, debemos tener en cuenta cuatro factores: (1) la preocupación por las consecuencias económicas negativas en nuestro sistema capitalista; (2) una incertidumbre generalizada y el temor a la enfermedad y la muerte; (3) la realidad de la emergencia climática; y (4) una cierta consciencia de nuestra fragilidad colectiva por primera vez en la sociedad moderna.
Todo ello está haciendo que prioricemos la adquisición de productos considerados como esenciales y busquemos el ahorro a través de la reducción del gasto o por medio de promociones. Pero no solo estamos sopesando más el impacto de las compras en nuestros bolsillos, sino también en el Planeta y en la sociedad. Según datos de Kantar, un 33% de los consumidores dice que comprará más productos de marcas socialmente responsables de ahora en adelante.
La historia también sugiere que, después de una crisis a gran escala con un alto coste emocional, los consumidores se decantan hacia el ‘lujo silencioso’, presentando más atención a indicadores clásicos de calidad y durabilidad como es la artesanía.
3. La revalorización de la salud
Antes de ser una crisis económica, el coronavirus es una crisis de salud. Por ello, no debe sorprender que esta haya pasado a ser la preocupación número 1 del conjunto de la población. De este modo, volvemos a poner en valor una de las necesidades más básicas según la archiconocida pirámide de Maslow, y sobre ella están girando la mayoría de nuestras elecciones últimamente.
Buscamos la seguridad y la prevención a través de una alimentación más saludable (ha aumentado el consumo de productos ecológicos), así como mediante la tecnología como nuestro mayor aliada para garantizar la seguridad (proliferan las apps de testeos médicos y similares).
4. Ocio ‘in-house’
El coronavirus está alterando nuestras preferencias de ocio, al menos de forma temporal, pero los expertos vaticinan que estos cambios tendrán también efectos a largo plazo.
El consumidor actual está minimizando el ocio fuera del hogar. Pasamos más tiempo en casa, y también más conectados. Asimismo, sigue creciendo el consumo de las plataformas de streaming como Netflix o HBO.
5. Do It Yourself y hogar multi-funcional
En relación a los puntos anteriores (al final todo está relacionado), vemos cómo estamos desplazando servicios para los que hasta ahora recurríamos a terceros sin dudarlo, a nuestro ‘entorno seguro’.
Nuestras casas se están convirtiendo en nuestro salón de belleza, gimnasio, cine y coctelería. Y es que, frente a la incertidumbre y los constantes cambios en la regulación (e influenciados en gran parte por las rutinas que adquirimos en la cuarentena), seguimos preparando nuestros propios vermuts, cocinando múltiples recetas caseras, haciéndonos las uñas nosotras mismas y siguiendo clases de fitness desde casa… ¡Aunque solo sea para amortizar todas las compras de material y equipamiento que desesperadamente hicimos durante el confinamiento!
¿Y tú, qué cambios has observado en tu nueva normalidad?
Carla Tomillo: @carlatomillo
Fuentes de información: WGSN, Boston Consulting Group, Kantar, Nielsen.
Imágenes: Archivo