Conocido por su alter ego de grafitero, André Saraiva se ha consolidado en el mundo del arte por reinterpretar la disciplina de la que se enamoró cuando llegó a París. Y es que precisamente en la ciudad del amor, y gracias a Mr. A, el artista y activista dio un giro al movimiento, dotándole de positivismo y utopía

En Vanidad hablamos con él con motivo de su nuevo trabajo para Smiley, otro icono universal de la contracultura más optimista:

André, naciste en Uppsala pero creciste en París. ¿Suele estar presente Suecia en tus creaciones? ¿Cómo?

Suecia es muy importante para mí, después de todo, es el país en el que viví hasta los diez años. Además, en los años setenta, Suecia era muy libre, era un paraíso para los niños... De hecho, creo que ellos son los responsables de que yo pinte en las paredes. 

Sin embargo, fue en la ciudad del amor donde comenzó tu pasión por el grafiti. ¿Qué fue lo que te hizo enamorarte de esta disciplina?

El inicio del grafiti en la ciudad y en Europa empezó justo cuando llegué a París, a principios de los 80. Era una nueva forma de expresión y lo que más me llamaba la atención era que estábamos inventando nuestro propio lenguaje y cultos.

Fuiste activista en el primer movimiento de graffiti parisino. ¿Qué crees que ha cambiado desde entonces?

Cuando empezamos con el grafiti era un movimiento súper underground, éramos unos marginados. Por aquel entonces a nadie le gustábamos y nadie nos entendía. Hoy la mayoría de la gente crece con el graffiti y es algo que ya forma parte de la sociedad. Sigue siendo una actividad ilegal, pero está mucho más comprendida y aceptada por el mundo. Ahora forma parte de nuestra cultura.

Mr. A. Cortesía de André Saraiva

 

¿Cuándo decides darle vida a Mr. A? 

Utilizar la ciudad como lienzo era una forma de hablar con los habitantes de la ciudad, y esto me abrió al resto del mundo. Con Mr.A dejé de usar las letras y la firma, y vi que todo el mundo podía relacionarse con mi personaje y su expresión. Además, cada uno hacía sus propias interpretaciones y eso me gustó.

Aparte de ser iconos de la contracultura, ¿qué otras similitudes cree que comparten tu alter ego y Smiley?

Creo que compartimos unas líneas de dibujo muy sencillas que pueden ser entendidas por casi todo el mundo. Estoy seguro de que si lo enviáramos al espacio, los extraterrestres entenderían enseguida nuestro mensaje. Tanto Mr. A como Smiley fueron dibujados y adoptados por la juventud y la contracultura. Mr. A es un bicho raro del underground al igual que Smiley. Ambos se sienten más atraídos por lo underground que por lo comercial.

El logo rediseñado por André Saraiva para el 50 aniversario de Smiley

 

Con motivo de su 50º aniversario, has reimaginado el icónico logotipo de Smiley. ¿Cómo ha sido el proceso creativo hasta llegar a tu visión artística de este logo? 

Fue muy instintivo, tanto Mr.A como Smiley tienen las mismas líneas minimalistas de expresión. Mayormente de felicidad, así que lo etiqueté por encima y añadí un pequeño guiño a mi primo mayor Smiley.

Además de grafitero, has sido director creativo y propietario de clubes, hoteles y restaurantes en París, Tokio, Londres, Los Ángeles, Nueva York, Shanghái y Saint Tropez. ¿Por qué decidiste dejar un poco de lado tu bote de spray?

Nunca he dejado de lado mi bote de spray. Todas estas actividades y aventuras diferentes formaban parte del mismo espíritu creativo de comunicar y crear espacios para que la gente se sintiera libre y se encontrara. Mi objetivo siempre ha sido crear aventuras, historias, espacios y experiencias y el grafiti me dio la fuerza para hacerlo sin esperar a que nadie me diera su permiso.

 

Por último, ¿tienes algún proyecto en marcha? ¿Qué es lo próximo que podremos ver de ti?

¡Mi libro saldrá en septiembre! Llevamos casi cinco años trabajando en él con Rizzoli... Va a ser genial... Estoy muy emocionado.

 

Anna Alarcón: @_annalarcon

Imágenes: Cortesía de Smiley y André Sariva