Una carrera de éxito
Delfín recibió, en noviembre de 2016, el Premio Nacional de Diseño de Moda "por la audacia, valentía y compromiso social de su obra, con una señalada identidad española que desarrolla un universo vanguardista propio". Obtenía el favor del jurado por haber logrado "traspasar las barreras entre la moda y el arte, los géneros y las generaciones, lo comercial y lo artístico". Cierto es que no dio puntada sin hilo. Diseñó desde botellas de Coca-Cola hasta los uniformes de Los amantes pasajeros, de Pedro Almodóvar, así como el vestuario de varios ballets. El malagueño inició su carrera como artista underground antes de incursionar en el mundo de la moda en 1999. Entró en la industria por la puerta de la incomprensión, como muchos otros. En 2002 presentó su colección más polémica en Cibeles Madrid. Las modelos llevaban la cabeza cubierta, sogas en el cuello y el pecho al aire. A pesar de que la propuesta estaba inspirada en el beso del cuadro Los amantes, de René Magritte, muchos la tacharon de machista y discriminatoria. Nada más lejos de la realidad. Aquel acontecimiento le valió una exposición mediática sin precedentes como el diseñador más controvertido del panorama nacional. En 2009 dio el salto internacional y desfiló por primera vez en Nueva York, repitiendo cuatro temporadas. El equipo de la firma prepara para el año próximo una exposición retrospectiva sobre el universo creativo del genio fundador. Aunque muchos le consideraron el enfant terrible de la moda patria por su constante rebeldía, lo cierto es que el andaluz ha conseguido ser uno de los grandes nombres de nuestra cultura.Alejandro Bernad – @alejandrobernad Imágenes: cortesía de la firma