Llegada desde EE. UU. le hacemos la ola a la tendencia del Thrift Shop. Y no, no nos estamos refiriendo al hit del cantante Macklemore, -aunque la canción del artista concentra muy bien el concepto-.

A resumidas cuentas, el thrifting consiste en comprar ropa de segunda mano, ya no necesariamente ropa usada, sino de otras temporadas o incluso  revendida. El caso es que gracias a redes sociales como Tik Tok o Instagram, que albergan hauls de ropa de segunda mano, la tendencia de la no tendencia se ha hecho viral

Ahora bien, aunque encontrar una pieza de segunda mano que se ajuste a tu estilo, a tu talla y al precio que tengas en mente, puede parecerte difícil, es más fácil de lo que imaginas... Aquí nuestros consejos:

 

1. PRACTICA EL CLEAN OUT 

Para que entren cosas buenas a nuestra vida tenemos que hacer hueco...

A veces nos parece un dramón deshacernos de todo aquello que ya no nos aporta, tanto en el ámbito personal como en el material, y por supuesto esta situación se extrapola en nuestro armario. ¿Cuántas veces hemos guardado una prenda que hace meses que no nos ponemos porque nos recuerda a un momento feliz que vivimos? Oscilamos entre un abanico de excusas como: “me la regaló mi tío por Navidad”, pasando por “fue mi sudadera de la suerte” y acabando con “algún día se volverá a llevar”... Amiga, aunque esta última seguro que acaba siendo cierta, por mucho que la tendencia vuelva, si ya no conecta contigo, es mejor que busque otro armario al que aterrizar.

Un ultimátum para una prenda es intentar imaginártela con 5 outfits. Si tu imaginación no puede combinar esa falda con tantos looks, simplemente es que no es para ti. 

2. EL PODER DE LA WISHLIST

Comprar compulsivamente nos arrastra tanto a la acumulación de prendas en nuestro armario como a una salud perjudicial para nuestro bolsillo -que suele verse gravemente afectado-.

Para evitar sustituir la compra de los productos que tenemos en mente con las ventas que pretenden las tiendas, os recomendamos haceros una lista. Esta funcionará de subconsciente y os refrescará el objetivo con el que habéis salido de casa

3. A POR LOS COLORES 

Cuando vamos a thriftear necesitamos darle más de una vuelta a la prenda que tenemos en mano. A veces, esa camiseta de “Ramones” en la que imaginas a tu madre rockeando en los 70’s, puede convertirse en una pieza completamente actualizada si le aplicas un corte en las mangas o debajo del vientre. ¿Y dónde queremos llegar con esto? A que toda prenda tiene solución.

Abre tu armario y dale play a la creatividad disruptiva. Ficha los tonos que más adquieras por norma genérica para evitar caer en la tentación de volverlos a comprar.

En algunas de las tiendas de segunda mano, la ropa incluso está ordenada por colores, así que ve a por tu objetivo y prueba a darle una vuelta. Para asegurarte de que luego tu adquisición no se pierde por el armario, ordénala también por tonalidad. ¡Ya verás que se te harán tan agradables a la vista que no podrás evitar vestirlas!

4. EL EFECTIVO SERÁ TU MAYOR ALIADO

Como ese amigo que te quita de la mano la última copa que ya no te hubiese sentado bien, el efectivo quitará de tu cesta la prenda espontánea que no aparece ni en tu tablón de Pinterest. Este punto es un secreto para no comprar más de lo justo y necesario.

Te parecerá un suplicio, pero… ¡deja la tarjeta de crédito en casa! Si calculas tus compras, no pecaras con bolsas y bolsas de “porsiacasos” a los que no vas a hacer caso.

5. SI HA DURADO, PERDURARÁ  

Una de nuestras partes favoritas del thrifting es el hallazgo de prendas vintage de firmas que ya no producen esa prenda tal y como la concebían. Aquí barajamos dos temas cruciales muy positivos. Por un lado, la exclusividad de ser una de las pocas personas que tenga en ese preciso momento la prenda en su poder, y por el otro lado, su -seguramente- bajo coste. Sin duda, es el momento tanto para crear un buen fondo de armario, como para renovar ese jersey que te ves incapaz de tirar.

Y ahora, recoge todos estos consejos y llévalos en tu bolso. ¡Ánimo que ya lo tienes!

 

Sara Bosch: @sarebosch

Imágenes: Unsplash