Imagen: Núria Graham x Chloé Wallace. Vestido y camisa de Álvaro Calafat  y zapatos  de CamperLab Imagen: Núria Graham x Chloé Wallace. Vestido y camisa de Álvaro Calafat y zapatos de CamperLab

NÚRIA GRAHAM: "Sé de sobra que no seré nunca una superestrella"

Aunque para muchos artistas, este sigue siendo su principal propósito, para Núria Graham convertirse en "superestrella" solo significaría renunciar a sus principios...

"¿Quién quiere esto? Vaya agobio…". Esta es la respuesta de Núria Graham ante una de las preguntas más obvias y, a la vez, más controvertidas para un artista. Y es que para esta catalana de ascendencia española e irlandesa, el éxito no es más que una idea distorsionada de la industria y de la figura de la artista. Por eso ella ni lo quiere, ni lo imagina.

¿Su único objetivo? Dedicarse a lo que le gusta, aprender, pensar en una carrera a largo plazo e ir mejorando como persona y músico. Nos lo cuenta en esta entrevista:

¿Cómo comenzaste en la música? Ya que eres de anécdotas, cuéntanos una buena.

Creo que fue un poco de casualidad y sin planearlo mucho. Llevo desde pequeña estudiando música, tocando la guitarra clásica, y tenía mucho interés y facilidad. Pero en la adolescencia, típica época en la que empiezan las dudas existenciales, me vino por expresarme a través de las canciones. Fue empezar a escribir y al cabo de un par de años, grabar temas y empezar a hacer conciertos. Todo pasó de manera muy natural, aún teniendo la edad que tenía...

Algo que muchos no saben de ti es que eres de ascendencia española e irlandesa. Aparte de optar por el inglés en tus canciones, ¿en qué otros aspectos sientes presentes tus raíces?

Está claro que el hecho de ser irlandesa y no vivir allí siempre me ha generado como una nostalgia perpetua de no estar nunca en casa, de tener muchas preguntas de mi familia y cosas que no he vivido. De todas formas, me siento muy conectada con mi ciudad, Vic.

¿Te has planteado alguna vez sacar algo en español o incluso en catalán?

De momento no, pero yo nunca digo “nunca”. Leo mucho en inglés, casi todo lo que me miro y escucho es en inglés, y es una lengua que me atrae para escribir. Aun así, siempre juego a escribir cosas en castellano, pero no las canto yo, sino que las escribo pensando en otras personas. En catalán lo intenté hace mucho, pero simplemente no me sale por ahora.

Aunque llevas muchos años en la industria, muchos te han descubierto gracias al documental de Amaia Romero, ‘Una vuelta al sol’. ¿Te molesta que sea así y no por tus propios logros?

No, no me molesta para nada. Yo estoy contenta con la idea de que la gente me pueda descubrir en situaciones y sitios variados. Seguro que, con Amaia,  mucha gente que no había oído nada mío, tubo curiosidad y me escuchó, así que solo puedo estar agradecida.

¿Cómo ha sido la experiencia de compartir gira como su guitarrista?

Al principio dudaba, porque esto significaba comprometerme mucho y trabajar casi dos años en otra gira aparte de en la mía. Pero, sinceramente, todo ha sido bueno. Hacer un papel como el de guitarrista o instrumentista y no de ‘front woman’ me ha ido muy bien para aprender cómo funcionan muchas cosas, musicalmente y personalmente.

También has escrito un par de canciones para ella. ¿Te sientes cómoda haciéndolo?

“Porque apareciste” era una canción que tenía escrita desde hace mucho tiempo, y pensé: esto no es para mí, se la tengo que regalar a alguien… Más tarde apareció Amaia y vi que la canción estaba destinada a ser suya. Soy muy mística con estas cosas y creo profundamente en que las canciones tiene su propia energía y vida propia. A veces mandan más que yo.

Me siento muy cómoda con la idea de componer para otras personas. Siempre me he inspirado mucho en figuras clásicas como Carol King, Burt Bacharach, que siempre se han reivindicado como “songrwriters” por delante de todo, antes que músicos o cantantes. Yo me veo un poco así, como alguien que se dedica a la música en todas sus vertientes.

Camisa de Gucci, chaleco de Bimba y Lola, falda de Victor Von Schwarz y zapatos de Augusta The Brand

 

Dices que tu proceso creativo suele ser algo caótico, nada calculado y bastante improvisado. Aun así, ¿cómo acabas encontrando el “orden” para definir tus canciones?

Sí, mi proceso de creación suele ser caótico o, al menos, al principio me lo parece. Escribo un montón de ideas que nunca llegan a ningún sitio, un montón de canciones que nunca llegan a salir… pero de cada una de ellas siempre sale algo que me marca el camino a seguir. Por lo tanto, mi proceso es crear muchísimo, caer en el caos, a veces en la desesperación, pero luego… ¡pum! Se ordenan las cosas. No solas, lo hago yo, pero la verdad es que no te sé decir cómo.

Bird Eyes (2015), In the Cave (2016), Does It Ring a Bell? (2017). Tus primeros álbumes aparecieron casi sucesivamente. ¿Es casualidad o era algo que tenías en mente?

Mi primera maqueta de ‘First Tracks’ salió el 2013, cuando tenía 16 años y lo más mágico de empezar tan joven es que hice lo que me salió, sin referencias, sin compararme. Después de muchos conciertos, empecé a trabajar en lo que fue mi primer disco, que salió dos años más tarde, y desde entonces he ido sacando cosas cada año… Tampoco es que esté grabando un disco cada año, escribo miles de descartes y espero a que me pasen cosas para contar. Antes de sacar un disco tiene que pasar un tiempo y yo tengo que pasar por una especie de catarsis enorme. No tengo nada en mente, solo sé que es un proceso enorme y jodido pero a la vez es precioso.

Ahora que te lo estás tomando con más calma o, al menos, sin tanta exigencia, ¿sientes algún tipo de miedo por lo que pueda pasar?

Tomárselo con calma es genial pero, al mismo tiempo, es un auténtico horror. La pandemia y todo me ha dado demasiado tiempo libre y no me ha ido bien para la cabeza. Moverme me ayuda a sentirme útil. Tengo miles de ideas y solo mi cabeza para autoboicotearme continuamente. Ya sabes, uno mismo suele ser su peor enemigo…

¿Qué opinas del éxito?

Pienso que la idea del éxito que tenemos está distorsionada. Yo tengo la suerte de vivir un poco al margen de esto, porque mi idea de éxito pasa más bien por lo que estoy haciendo, que es dedicarme a lo que me gusta, aprender, pensar en una carrera a largo plazo e ir mejorando como persona y músico. Resumiendo, soy una persona bastante realista y, aunque esté un poco zumbada, tengo muy claro hasta dónde llegan mis metas y mis límites. Sé de sobra que no me volveré una superestrella. ¿Quién quiere esto? Vaya agobio…

‘Marjorie’, tu último álbum, supone un salto emocional y más empático respecto a tu otra discografía. Haciendo introspección, ¿qué has descubierto de ti que no conocías?

He descubierto que en mi proceso de obsesión en el disco de ‘Marjorie’ o los anteriores, estaba experimentando un proceso tan personal de empatía que hice de catalizador, y esto me ha desmontado y dejado sin energía. Al final, hay cosas que crees que no te ocurren pero, en realidad, en las canciones las describes con claridad.

Si no me equivoco, en tus inicios subiste algunos vídeos a Youtube. Ya que las redes sociales siempre han sido una parte importante en tu carrera, ¿cómo las utilizas a día de hoy?

Es una relación de amor-odio total. Es verdad que en su día me dio por colgar alguna canción, pero tampoco me mataba la idea… A día de hoy forman parte de mi trabajo y no puedo prescindir de ellas, por lo tanto son como una especie de prisión terrible donde no solo tienes que sentirte como el departamento de marketing de una marca de pavo, sino que tienes que tragarte día sí y día también las vidas de los otros, cayendo en un círculo vicioso donde “nada es suficiente”. 

De izquierda a derecha. Núria lleva cárdigan y diadema de Bimba y Lola, camisa y falda de Costume Barcelona. Hello Sasy top de Mais x Frida y falda de Costume Barcelona. Bikôkô sudadera de Bershka y falda de Costume Barcelona. 

 

¿Te has sentido alguna vez con la responsabilidad de pronunciarte acerca de temas de los que no te apetecía hablar?

Está claro que la gente que tenemos un mínimo de visibilidad en las redes, tenemos la obligación de pronunciarnos acerca de temas que nos conciernen a todos. Sin embargo, para mí lo más importante es escucharme y escuchar, debatir antes de tirarme al carro. La ansiedad enorme que me provoca hablar por Twitter, por ejemplo, me afecta tanto que a veces no digo lo que pienso solo para cuidarme.

¿En qué otros proyectos estás embaucada ahora?

Ahora que he acabado la gira de mi último disco, viene la época más loca, difícil e interesante: escribir otro disco, grabarlo, tomar muchas decisiones… Nos vemos en un tiempo (risas).

 

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Texto: Anna Alarcón @_annalarcon

Fotografía: Chloé Wallace @chloewallace_

Estilismo: Cristina Malcorra @cristinamalcorra

Producción: CANADA @canadacanadaphoto

Maquillaje: Alba Córdoba @albaxcordoba

Peluquería: Blau Maquillaje @byblau_

Dirección de arte: Elisabeth Herzog @herzog.doeswork

Producer: Maria Vives @mariavivess_

Manager de producción: Aurora Muñoz @auroramunozma

Asistentes de producción: Irene Altaió @irene.altaio y Pol Arbolí @paul.aether

Asistentes de estilismo: Pilar Acosta @piliacostas y Camila Faraci @losojosdeca

1st AD: Martí Mendez @marti.mendez.g

2nd AD: Júlia Nuñez @junsauri

Asistente de arte: Diana Boier @dianaboier

Agradecimientos: Colegio La Salle Bonanova, Carlos Azofra y Bet Vila