Hoy, comemos perdices para almorzar. Corina ya tiene príncipe azul y, aunque quienes hemos seguido su romance hubiésemos preferido un par de semanas más de indecisión, la niña mimada de Cuatro ha encontrado a su amor verdadero. O su amor, y ya. Pascual, policía, gran admirador del corazón partío de Alejandro Sanz y empalagoso como muy pocos, ha conseguido desterrar a todo sapo de palacio. En estas semanas de show nos hemos reído lo impensable, y el cincuenta por ciento de esas risas se las debemos al equipo de realización -que les conserven los puestos- y a sus maravillosos efectos. Pedre, otro grande, que bien poco necesitaba hacer para que nos retorciéramos en nuestros sofás, o Álvaro, el mini-raper que te hubieses llevado a merendar a casa. También está el risitas -¿alguien se acuerda de cómo se llama?-, nunca unos dientes habían dado tanto partido, o Jorge, el chico "mandíbula cuadrada, labios gruesos, ojos azules" que resultó ser hasta simpático, y el chino ibérico, a quien con o sin censura todos acabamos cogiendo cariño. Nahir y Javier, hermana y amigo de esta cenicienta moderna, también cumplieron con su papel, y a la siempre espléndida Bruján sólo nos queda darle las gracias por este y tantos programas que nos han alegrado las noches más aburridas. Pero no desesperemos, "Quién quiere casarse con mi hijo" vuelve, ya hemos podido ver quienes serán los niñitos, y pinta muy pero que muy bien. Así que, después de Corina, esperamos ansiosos el estreno de "QQCCMH", y aunque sea complicado sustituir a Pedriño y su Mari, tenemos fe en que los encargados de casting sepan sorprendernos una vez más. Gracias teletonta por ser tan fantásticamente frívola, tonta pero sobre todo divertida. Alejandro Bernad Perié