Si los cretinos del mundo dejaran de decir eso de “yo tengo una teoría” cada vez que se toman una cerveza, podríamos atender a quien realmente la tiene. Las teorías las deben formular gente como Pola Oloixarac (Buenos Aires, 1977). Filósofa, experta en nuevas tecnologías, apasionada de la moda y el último patito guapo de la nueva literatura. Su primera novela, “Las teorías salvajes” (Alpha Decay) es una explosiva comedia de ideas donde hila y enreda reflexiones acerca de los códigos más ridículos de décadas como los 70’ o la era 2.0. Después de una sesuda conversación con ella en Madrid, decidimos que lo mejor era reformular toda esa información en forma de teorías como las de su novela. Y sí, son bastante salvajes. Teoría nº 1. Una novelista treinteañera está obligada a justificar el despropósito de haber escrito una novela demasiado cruel e inteligente. “Vengo de una entrevista en la que el tipo me ha preguntado inquieto: ‘¿Por qué en el libro todo parece tan inteligente?’. Es algo que nunca nadie preguntaría a un hombre. Como ya veo que es una pregunta genuina, cándidamente trato de explicar que esa cosa pertenece al espíritu de la novela, que no es para tanto, y termino sintiéndome como una idiota. Es como si supusieran que hay una media de taradez en la obra de las mujeres que no responde en absoluto con la realidad. Es terrible”. Teoría nº 2. La escritora que tiene la desgracia de ser guapa en una profesión donde la simetría facial no es común, se puede olvidar del Nobel y flagelar a sus antecesores. “Me hace gracia todo eso de que soy guapa. En lo que llevo en España he esperado que alguien me invite a salir, pero no he tenido suerte. Al final ciertos comentarios alimentan esa idea de dominatrix que tanto les gusta a algunos. Creo que voy a empezar a hacer alguna foto de promoción toda de cuero, porque además creo que hay mucha gente que merece ser fustigada. Me refiero a todos esos vejestorios que ayudan a este status quo. Hay toda una generación de mayores en la literatura que se está sintiendo un poco violentada con apariciones como la mía. ¡Y está buenísimo que se pongan nerviosos!”. Teoría nº 3. La moda es la nueva disciplina a atender por la filosofía. Una tendencia habla de ética; un look, de metafísica. “La moda me parece algo fundamental porque veo que en ella está totalmente formalizada la necesidad de brillar y ser original, que eso es algo que la literatura no tiene en cuenta siempre. Hay tantos relatos tan grises que te das cuenta que no hay placer ni al ser escritos ni al ser leídos, en cambio, ves un desfile de McQueen y se te pone la piel de gallina. ¡Todo un universo inventado! Yo creo que la literatura también tiene que reclamar para sí la necesidad de hacer universos. Creo que la moda es un arte que ha sido mal comprendido. Hay una idea de la seriedad totalmente gris y estúpida que no se plantea la moralidad implicada en el glamour. Hay algo muy moral en la moda, en el hecho de que alguien se ponga determinada cosa para estar espléndido para los demás”. Teoría nº 4. Apoyar a un ídolo es menos efectivo que empezar odiándole y despellejarle de forma anónima en todos los blogs posibles hasta que sea indestructible. “Es muy gracioso cómo se ha creado ese nuevo personaje maldito del comentador anónimo que todo el mundo odia y, sin embargo, todo el mundo es. Sin ese odio no habría hypes. Al principio la gente en la red odiaba a Lady Gaga hasta que la empezaron a entender, pero lo importante fue que primero la insultaron mucho. Cuando no hay vanidades heridas no hay espectáculo. Y no me parece condenable”. Teoría nº 5. Cambiar el mundo (literalmente) no tiene nada que ver con apuntarse a una ONG, hay que hackear Google Earth. “Más allá de la literatura hay un nuevo relato que es el relato del todo, es decir, una nueva representación que pasa por la manera en que el lenguaje informático totaliza todas las relaciones y que tiene su metáfora grande en ese mapa total de Universo conocido que es Google Earth. Yo quería intervenir directamente en ese lenguaje, que todavía no es visto como lenguaje siquiera representacional, e intervenir más allá de lo permitido. Teoría nº 6. El nerd no es un ser esmirriadamente salido u obesamente ignorable. Es un sabio atractivo con el que casarse. “Yo siempre fui muy nerd, y lo sigo siendo, aunque trato de pasar por una persona más normal. Además, estoy casada con un matemático mega nerd que conocí hace mucho tiempo porque teníamos como amigos comunes a un grupo legendario de hackers de Buenos Aires. Tiene esa mirada distraída que le hace tan hermoso. Pero eso no me importa tanto. Para mí, lo atractivo de una persona nerd es la forma en que se obsesiona por temas sobre los que está todo el tiempo buscando información y le hace un sabio”. Por Alberto Fernández Otto. Fotografía de Silvia Varela. SI TE HA INTERESADO ESTE ARTÍCULO, VISITA: -MIRANDA Y TÚ.