Brisa es una mujer inteligente, creativa, profesional, simpática, guapa y muy buena gente, da gusto hablar con ella, estar y compartir cualquier momento.

Tuvimos la ocasión de conocerla personalmente, con motivo de la entrevista que le hicimos en nuestra revista hace unos meses, por el  lanzamiento de sus últimos trabajos y acabamos fascinados con su personalidad arrebatadora.

En “Santos Ovarios” nos dejó claro que ella no es solo una cara bonita y en “Gula” su postura respecto a la acción del hombre en la emergencia climática y medioambiental que estamos viviendo. La cantante de Algeciras, utiliza su música como forma de expresión, es reivindicativa y comprometida con todo eso en lo que cree, no se muerde la lengua.

Estos días de cuarentena obligada, ha decidido no perder el tiempo y utilizar su voz para decir lo que piensa, componiendo, produciendo y cantando su último tema FÁBRICAS DE MIEDO, haciéndolo además a velocidad de vértigo.

En Vanidad hemos pensado que se merece otra entrevista...

¿Cómo estás viviendo esta cuarentena provocada por el virus Covid-19?

Como una oportunidad para recogerme y al mismo tiempo creando nuevas canciones y terminando mi álbum. Tengo mi estudio casero, así que aquí me produzco y me grabo todo.  

¿Qué te ha movido a escribir, producir tú sola en tan poco tiempo y lanzar, con vídeo y todo, un nuevo tema?

La urgencia de hacer pública una corriente de pensamiento, que anhela dar respuesta a muchos interrogantes sobre el origen de esta extraña pandemia, llena de informaciones contradictorias desde el comienzo.

El virus provoca afecciones leves, graves para un porcentaje pequeño de la población más vulnerable como el de personas mayores. Entiendo que haya que tener precauciones, pero es que nos han coartado la libertad a casi todos, y en España a todos. Excepto las empresas que sí pueden seguir trabajando, mientras que los niños van a estar encerrados y con miedo durante mucho tiempo, sin ni siquiera poder ir a parques un rato teniendo precauciones. El alarmismo ha sido exagerado. 

Al mismo tiempo, China enclaustra a toda una ciudad de 14 millones de personas. No es una enfermedad mortal, y las bolsas caen en picado… desde luego el sistema económico va a cambiar y sin duda hay muchos intereses metidos en esto, para que el mundo se paralice y  cambie la economía al antojo de unos cuantos, nosotros perdamos derechos, perdamos trabajos, muera una parte de la población, y las farmacéuticas tripliquen sus ganancias por una vacuna para “salvarnos”. 

¿Por qué este título? ¿Crees que detrás de la verdad oficial, puede haber algo más? ¿Tienes alguna teoría?

Muchas teorías “extraoficiales” se encuentran en las redes y desde hace décadas. La cuestión es por qué esa ciencia oficial no presenta pruebas contundentes, irrefutables de sus hipótesis sobre cómo se producen esos raros virus. Es cierto que desde la Primera Guerra Mundial, las potencias contendientes desarrollaron armas biológicas y también es cierto, que no se ha cesado de investigar militarmente sobre estas armas de destrucción masiva. La pregunta es ¿por qué los gobiernos no levantan el secreto de tantas y tantas búsqueda de la muerte?

Para mí,  es una doctrina del shock, y cada X tiempo hacen unas, más o menos fuertes, guerras, ataques terroristas… que impactan y muestran nuestra vulnerabilidad como ciudadanos, y nos inyectan el miedo,  porque, ¿quien realmente nos protege? Ellos crean la enfermedad para luego vender la cura y protección. 

¿Qué piensas de la declaración en España del estado de alarma?

Que si de verdad la situación es tan dramática llega muy tarde. Y que si la verdad es otra, y con una mayor y mejor respuesta médica se pueden afrontar las infecciones y salvar vidas, entonces la medida es ineficiente. Puede que el confinamiento de la población en sus casas consiga frenar la velocidad de las infecciones y que de esta forma,  las dimensiones del actual sistema público de salud puede dar respuesta a lo largo de unos cuantos meses. Pero precisamente, con la respuesta misma  se reconoce el error de las políticas que han ido debilitando el sistema público de salud, porque si se hubiera fortalecido, no privatizándolo, se podría afrontar esta “epidemia” sin tener que parar el país y confinar a la población en sus viviendas (los que las tengan). 

¿Cómo crees que nos va a afectar esta situación?

Más allá de las desgraciadas e irreparables pérdidas de vidas, lo que continuará afectando a la sociedad serán las pérdidas económicas, de las que ahora dan cuenta los gobernantes diciendo  que son ya enormes.  Y siendo esta pérdida grande, lo peor será que quienes no dejan de ganar dinero, quienes tienen el poder, pretendan encauzar cualquier solución a la enorme crisis en clave de pérdida de derechos sociales. Si antes decían que no había dinero para mejorar la sanidad o la educación o el acceso a la vivienda, o para la dependencia, ahora más aun.

¿Crees que va a haber un antes y un después?

De hecho esta situación tan excepcional de ahora, nunca ha tenido precedentes. Parece lógico pensar que este momento sea considerado un hito en las vidas de estas generaciones, que será guardado en la memoria colectiva. Parecido pienso, a los acontecimientos de la Guerra Civil, que aún hoy siguen influyendo. Del sentido en el que se resuelva el porvenir, bien a favor de la cooperación o por el contrario a favor de la competitividad, dependerá la toma de conciencia que en conjunto podamos alcanzar.  Si todos juntos dicen, que saldremos de ésta, lo suyo es que sigamos juntos nuestro destino como pueblo. La dura realidad es el mejor motor para generar conciencia.

Hay quien piensa que esto va a suponer un cambio de nuestro estilo de vida y del modelo económico que tenemos en la actualidad, ¿estás de acuerdo?

Como decía antes, si tenemos que salir juntos de esta dramática situación mediante la cooperación, es previsible que socialmente exijamos cambios esenciales tanto del modelo económico como del político. Se nos dice y se nos repite insistentemente en este momento que hay que cooperar, que hay que ser solidarios, que hay que hacer todo lo posible para frenar los contagios. Por ello, lo justo sería que el actual modelo económico y político basado en la competición, enemiga de la cooperación, se transforme radicalmente también, para que las grandes fortunas, las grandes empresas y bancos, colaboren, sean solidarios. 

Poco se habla del Artículo 128 de la Constitución que contiene una premisa de gran sentido común: “Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.” Permitiendo “la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general”.

Algunas veces me pregunto cuándo los Gobiernos van a garantizar el interés general. Acabar con el desempleo de millones de familias, o la inmensa precariedad laboral de millones de jóvenes, ¿no está relacionado esto con el interés general?  O dar solución humana a los más de 8 millones de personas por debajo del umbral de la pobreza ¿tampoco?  ¿Será de interés general garantizar, sin ninguna duda, un sistema de pensiones suficiente para vivir dignamente?  Y si eso es así, ¿Por qué no se echa mano de ese artículo 128?

¿Cómo crees que estamos reaccionando la sociedad actual?

Desconcierto, miedo, resignación… serían las notas características de la actual situación. Y el Real Decreto nos sitúa en un escenario inimaginable en un estado democrático, donde se priva a las personas del uso razonable de su responsabilidad. Porque el que obedece por obligación no ejerce su responsabilidad.    

Pocas voces se han levantado contra este encadenamiento de hechos consumados, por no decir casi ninguna. Poca información realmente se ha ofrecido sobre el origen real de la causa. La misma puesta en escena del escenario del terror ya se aprecia desde el inicio de las primeras noticias.

Hace unas pocas semanas llamaba poderosamente la atención de muchas personas, la insistencia con que se “retransmitía” la extensión de lo que, desde casi el inicio, comenzó a denominarse una pandemia. De hecho los mensajes que se emitían contenían contradicciones, por un lado tranquilizando y por otro aterrorizando a la población.  

¿Cómo ves el futuro?

Con esperanza. Ya que la gran crisis económica y social que ha comenzado, puede provocar como reacción un movimiento colectivo realmente solidario, para que todas las personas podamos ejercer realmente los derechos sociales a la salud, al trabajo, a la vivienda, al tiempo de vida (no de trabajo) que podamos compartir con seres queridos… en un entorno respetuoso con la naturaleza… así como participar directamente en todas las decisiones políticas que nos afecten. 

Termina esta entrevista con un mensaje optimista:

Como vengo oyendo desde niña: ¡Porque otro mundo mejor es posible! Y cada vez es más urgente conseguirlo.

Muchas gracias Brisa.

Texto: Olga Liggeri 

Imagen y vídeo: Youtube y cortesía de la artista