La nueva coproducción hispano inglesa en la que colaboran la productora de Álex Pina, Vancouver Media (responsable de ficciones como La Casa de Papel o El Embarcadero), y la productora inglesa Left Bank Pictures, nos ha dejado con una de las series del momento.
Sí, hablamos de White Lines y es una vez más, Netflix ha confiado en creadores españoles para una de sus mayores apuestas de la temporada. Desde Vanidad, hablamos con Marta Milans, que interpreta a Kika Calafat.
Andy Harries, productor de The Crown, quería un guionista español y Álex Pina les daba esa visión mediterránea y emocional que necesitaban, esa unión entre la comedia y la tragedia. ¿El resultado? Una serie luminosa y divertida que a la vez, bien podría definirse como oscura y decadente. Fruto de esto nace la ambigüedad moral, donde se relacionan dos realidades, la británica y la española.
Los espectadores se enganchan a los personajes y, es en Ibiza, donde personajes más extremos y variopintos existen de una forma natural, pues la isla acoge a personas de toda índole. La diversión y el hedonismo son una parte fundamental de la serie, junto con lo criminal y el thriller.
La serie cuenta con diez episodios de una hora, con dos líneas temporales: 1996 y la actualidad. Así, White Lines vuelve al pasado para recordar el misterio que envuelve la muerte de Axel, un famosos DJ inglés, y la aparición de su cadáver en nuestros días.
La historia relata cómo Axel, cansado de su rutinaria vida en el grisáceo Mánchester de 1996, se instala en Ibiza con dos objetivos: vivir a tope y convertirse en el DJ más famoso de la isla. Pero en la multitudinaria fiesta de su 24 cumpleaños, decide dejarlo todo para viajar a India, o al menos eso es lo que creen su hermana y sus amigos...
Veintidós años después, su cadáver momificado aparece en un polvoriento terreno de Almería, propiedad de los Calafat, una de las familias más poderosas de Ibiza, también propietaria de una decena de discotecas donde entre otras cosas, se trafica con droga.
La llegada de Zoe, hermana pequeña de Axel, cuya desaparición la hundió en una gran depresión, altera la vida de los antiguos amigos británicos de su hermano –Marcus, Anna y David, que se quedaron en Ibiza–, y por supuesto, de los Calafat, sobre todo de Oriol –que intenta, junto a su manipuladora madre, sacar adelante la construcción de un casino–, y de Kika, la inesperada heredera del imperio, cuyo primer y único amor fue Axel.
Si te quieres embarcar en una ficción donde el telón de fondo es Ibiza y su lado más oscuro, no te puedes perder esta serie. ¿A qué estás esperando? ¡Planazo de fin de semana!
Texto y vídeo: Laura Castellano
Imágenes: Cortesía de Netflix
