Sofia Coppola, hija del renombrado director Francis Ford Coppola, es una cineasta cuya visión estética ha cautivado a audiencias de todo el mundo, convirtiéndola en una creadora de estilo, tanto en la industria del cine como de la moda.

El pasado 4 de septiembre volvía a demostrarlo con el estreno en el Festival de Venecia de su última película: 'Priscilla', un retrato profundamente sentido y detallado del amor, la fantasía y la fama, que cuenta cómo Priscilla pasa de la adolescencia a la adultez a través de la búsqueda de su identidad e independencia. En palabras de Sofía: “Mi nueva película se basa en la vida de Priscilla Presley y realmente es su historia, contada desde su punto de vista; su experiencia como una joven viviendo en Graceland en circunstancias tan inusuales. Su historia me resultó identificable, porque atraviesa muchas de las cosas que todas las chicas y mujeres jóvenes experimentan en su camino hacia convertirse en una mujer adulta". 

La casa Chanel, de quien Sofía Coppola es embajadora, ha tenido un papel primordial en esta película, pues la icónica firma ha creado de manera exclusiva el vestido de novia que Priscilla (Cailee Spaeny) luce en la escena de su boda con Elvis Presley (Jacob Elordy). Desde la Maison han reinterpretadlo el vestido real de 1967, tomando como inspiración su colección de Alta Costura primavera-verano 2020. Así, el atuendo nupcial bordado, concebido por Virginie Viard y meticulosamente elaborado entre los talleres de Alta Costura y los artesanos de Métiers d'art, se completa con un velo y una tiara adornados por los artesanos de Atelier Montex.

La película también presenta otras creaciones de Chanel, como una botella del icónico perfume Chanel Nº5, que se vislumbra cuando Priscilla se muda a Graceland, reafirmando la idea de feminidad recién descubierta.

Cortesía de Chanel ©Philippe Le Sourd

 

Sin embargo, no es la primera vez que la moda juega un papel importante en la obra de Sofia Coppola, pues a lo largo de su trayectoria profesional podemos ver la gran admiración que la cineasta guarda hacia esta industria...

Ahora bien, para entender por qué la estética de la cineasta perdurará en la pantalla y en los armarios de quienes la aprecian, hay que empezar por el principio. Y es que antes de su carrera como directora, Sofia trabajó como becaria en Chanel.

Uno de los frutos que este suceso provocó, fue su amistad con el diseñador Marc Jacobs, con quien desarrolló proyectos entre los que destacan: la dirección del spot de la fragancia Daisy y el diseño del bolso Sofía Coppola Bag para Louis Vuitton, que se convirtió en un éxito gracias a su enfoque minimalista al prescindir de los logos. Sienna Miller o Kate Moss fueron algunas de sus mayores fans.

Desde entonces, su impacto en la moda ha sido bastante relevante. Colaboraciones con firmas como Chanel, anuncios para Dior, Cartier o H&M, o la dirección de la ópera La Traviata, con vestuario de Valentino, muestran su gran interés por este mundo.

Cortesía de Louis Vuitton

 

Asimismo, la pasión de Sofía por la moda se refleja en cada una de sus películas. La vemos en sus primeros trabajos, como en “Las vírgenes suicidas” (1999), donde la cineasta logró ganarse su reputación como creadora de estilo gracias a esta historia de cinco hermanas adolescentes y con vidas aisladas debido a la opresión de su madre.

En este caso, aunque la diseñadora de vestuario fue Nancy Steiner, Coppola estuvo totalmente involucrada en la tarea. Según la cineasta, el trabajo más difícil fue poder mostrar a través del vestuario, la personalidad de cada una de las hermanas Lisbon.

LAS VÍRGENES SUICIDAS (1999), Sofia Coppola

 

En “Lost in translation” (2003), por ejemplo, el vestuario de Charlotte (Scarlett Johansson) se inspiró de lleno en la forma de vestir de la directora: conjuntos de tops asimétricos, camisas masculinas y pantalones de sastre holgados, conformaban su imaginario estético. Asimismo, los colores fríos tanto de Charlotte como de los trajes a medida de Bob (Bill Muray), contribuyeron a crear la sensación de aislamiento en la historia, aunque quizá lo más destacado en cuanto a color, fuesen el abrigo y la icónica peluca rosa de la protagonista.

LOST IN TRASLATION (2003), Sofia Coppola

 

Por otro lado, “Marie Antoniette” (2007), convirtió a la reina francesa en un icono de la moda gracias a una estética desenfadada donde los colores pastel conforman un todo. Milena Canonero fue la encargada del vestuario de esta película, que contó con la colaboración de firmas como Manolo Blahnik, aportando un toque moderno al calzado de la corte francesa del siglo XVIII.

Asimismo, el film se llevó el Oscar al mejor vestuario por tener la mejor reinterpretación cinematográfica de la vestimenta de ese siglo, desafiando las convenciones y resaltando su habilidad para mezclar el pasado y el presente de manera provocativa. Ejemplo de ello es la escena donde Kristen Dunst aparece con un vestido de época ¡y unas Converse! Elección inesperada (y solo captada por los más atentos)...

MARIE ANTONIETTE (2007), Sofia Coppola

 

Y terminamos con “The Bling Ring” (2013) donde, hasta la mismísima reina del Y2K, Paris Hilton (quien aparece haciendo un pequeño cameo), dejó que la cineasta grabase toda su casa -incluido el vestidor-.

Sin saber muy bien cómo, la protagonista luce piezas tan icónicas como las botas UGG, chándales de Juicy Couture, bolsos Birkin y hasta Louboutins.

THE BLING RING (2013), Sofia Coppola

 

Lo que está claro es que el estilo de Sofia Coppola ha dejado huella tanto en la industria del cine como de la moda, pues su gran habilidad para crear atmósferas etéreas y elegantes, convierte cada uno de sus proyectos en verdaderas obras de arte.

En Vanidad no podemos tener más ganas de que llegue octubre para ir al cine y admirar cada uno de los detalles que, seguro, aguarda su nueva película, 'Priscilla'. Y a ti, ¿cuál es el filme que más te gusta de la cineasta?

 

Sofia Villar Báñez: @sofiavillarb

Imágenes: YouTube y cortesía de Chanel