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a Big Stereoparty (con artistas inmejorables) que fue el Día de la Música llenó el Matadero de nostalgia y buena música en el 25 aniversario del mítico sello Subterfuge Records.
El pasado fin de semana tuvo lugar en Madrid una nueva edición del Día de la Música en El Matadero. Este año, se aprovechó la ocasión para celebrar el 25 aniversario del sello indie español por antonomasia,
Subterfuge Records. Para ello se reunió un nutrido grupo de referencias, antiguas y actuales, que mostraron el carácter ecléctico, en las formas que no en el fondo, de la discográfica homenajeada.
Arrancaba el festival con Los Reactivos seguidos de Cola Jet Set y Purr. Mc Enroe se encargaban de ir calentando al público para un primer crescendo que se alcanzaba con la magnífica actuación de Neuman.
A continuación Annie B. Sweet y su indie folk daban paso a Marlango con Leonor Watling (
nuestra chica de portada en mayo) ejerciendo de improvisada maestra de ceremonias. Ellos con su pop divertido y bailable sacudían a los asistentes para cerrar la tarde.
Ya caída la noche era el turno de los mallorquines Sexy Sadie, que repasaron e hicieron disfrutar a sus fans con algunos de sus mejores temas. “Mr. Nobody” y sobre todo “In the water” eran coreadas por un público entregado.
Ni frío ni calor producía el Dj set a cargo de Alaska y Nacho Canut que se limitaban a cubrir el expediente, con una mayoría de temas propios y que apenas se distinguían del “hilo musical” entre conciertos.
Cerca de las doce saltaban al escenario los integrantes de Dover, sin duda el plato fuerte de la noche. Los madrileños dieron un concierto centrado en los temas que les llevaron a ellos y a Subterfuge a pasar de un público minoritario a las emisoras comerciales, canciones interpretadas con fiereza y sin dar un respiro: “Serenade”,”Loli Jackson” y, por supuesto, “Devil came to me” nos hicieron perder la voz y saltar con un punto de nostalgia.
Corizonas ofreció a continuación su interpretación de la música de la frontera americana, esa mezcla de surf rock y rockabilly macarra que tanto nos gusta. Cerraron el primer día de festival Cycle y Carlos Jean, dos estilos de música electrónica que conectaron con la gente y les hicieron contorsionarse hasta acabar la jornada.
El sábado volvimos dispuestos a disfrutar de la segunda tanda de grupos que actuaban en esta especial Big Stereoparty.
Eran los nuevos fichajes del sello, La la love you y Pantones, los encargados de abrir el fuego con melodías de Punk-pop juvenil y desafiante. A continuación subieron al escenario The bright, que daban una vuelta de tuerca al sonido del día con un folk rock sencillo pero de largo recorrido... la voz de Myrian siempre vale la pena.
Turno ahora para la música con tintes electrónicos, primero a cargo del vallisoletano Bravo Fisher! y luego de Nawjajean, que interpretaron temas de su primer disco, “Dead for you”. Ya luego "Take a break” llenaron de trip hop el recinto. Nawja ya en solitario sería la encargada de cerrar el festival unas horas más tarde.
Esperábamos ansiosos el próximo concierto y no decepcionaron. Los gamberros Dr.Explosion y su punk rock garajero hicieron disfrutar a un público que se desmelenaba con su ya mítico “Drácula ye-ye”. L Kan se plantaron en el escenario bromeando a costa de los hipsters -y eso que había unos cuantos en el recinto- y su concierto no fue más allá de unas canciones divertidas pero sin fuerza.
Chica disfrazada de fresón
Los Fresones Rebeldes eran sin duda uno de los grupos más esperados y pronto se vio que sus incondicionales allí eran legión. Abrieron con la estupenda “Medio drogados” y alcanzaron la apoteosis con “Al amanecer” acompañados por una multitud que bailaba y saltaba. Se despejaba un poco la zona de conciertos con la actuación de Pauline en la playa, su tono intimista no es el mejor para estos eventos aunque el público agradeció el guiño a su pasado Undershaker con la interpretación de “Sola”.
Repetía Arizona baby, esta vez sin su mitad Coronas, con la contundencia y saber hacer habituales sirviendo de aperitivo para uno de los platos fuertes de la noche: Aunque Australian Blonde nunca se fue del todo la ocasión tenía un aire de reencuentro. Sus canciones noventeras de lo que se llamó el “sonido Xixon” llenaron la noche del Matadero, con un Paco Loco que lo dio todo, aun a riesgo de su integridad física y con su “Chup chup” ya convertido en himno generacional. Killer Barbies y Vinila Von Bismarck ponían el toque femenino a la noche, con actitud punk los primeros y provocativo burlesque la segunda.
Mercromina teñían de nostalgia el festival y su pop intimista y eléctrico ponía el broche de oro a un 25 cumpleaños que se celebró como la ocasión merecía.
Por Julio Arnáiz
Fotografías Fer de Torres y Mahala Marcet
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