Tiago PZK tiene una fórmula secreta y no quiere compartirla con nadie. Ha sido durante mucho tiempo el artista con más números uno en la lista top 100 de Billboard Argentina y parece que su combustible nunca se acaba... Después de su último lanzamiento junto a Rels B, el artista argentino vuelve a romper récords y, como regalo, pone fecha a sus dos conciertos en Madrid y Barcelona para febrero.
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Hablamos con Tiago PZK
Tu primer triunfo a los 15 en la «BDM» supuso tu primer contacto con el éxito. ¿Qué significó para ese Tiago adolescente y cómo reaccionas ahora a cualquier tipo de reconocimiento en materia musical?
Siento que tienen otro significado los galardones de hoy en día porque son más de un proceso que ya está hecho. La «BDM» fue todo en un día y es un esfuerzo que haces de una y te lo ganas y lo vivís de otra forma que algo que ya está hecho de hace meses. Yo me sentía el rey del mundo el día que gané la «BDM» y es una euforia muy distinta en el freestyle, pero siempre agradecido con cualquier premio que se da y que se recibe.
Háblanos un poco sobre el sufijo que utilizas, el «PZK» y la crew a la que da nombre.
Es algo más de la infancia. Hicimos un grupo con varios chicos que rapeaban en ese momento y le pusimos «PZK». Fuimos recorriendo todo Buenos Aires y pateando zonas, de ahí viene el nombre, que son las siglas de «Pateando Zonas Krew».
«Sola» fue tu primer hit. ¿Cómo recuerdas el proceso de composición de un tema tan profundo y con un significado tan importante para ti?
Lo escribí acapella en 15 minutos (risas). Me fluyó, fue ese momento de inspiración que cayó, un momento mágico. Ese día yo estaba en mi casa, se lo mostré a mi mamá y después lo grabé.
Un par de años después, para enero de 2022, tienes cuatro sencillos más que se colocan en el puesto número uno del top 100 de Billboard. Lo curioso es que ninguno se parece entre sí. Al tener un registro de géneros tan amplio y que comercialmente funciona tan bien, ¿hay alguno en concreto en el que te sientas más cómodo?
Puedo hacer diferentes géneros pero mi impronta es el pop. Siempre intento transmitir ese aura popera a cualquier género, ya sea un trap o una cumbia, porque es mi esencia.
Debes haber tenido influencias muy variadas para tener ese repertorio, ¿verdad?
Yo no sé tanto de música como me gustaría, pero sí que tengo mucha memoria auditiva y fotográfica, aunque soy una persona olvidadiza. Sin embargo, para lo que me interesa, que es la música, suelo escuchar melodías y recordarlas bastante, aunque las haya escuchado una sola vez.
Duki rompió Madrid y en febrero te toca a ti con tu tour de «Gotti A». ¿Cómo suele tratarte el público en España y qué expectativas tienes para la fecha?
La verdad es que estoy muy contento con el cariño que se recibe acá en España. Siempre que vengo hay gente esperándome en el hotel y tengo contacto con los fanáticos de acá. Siento que el argentino tiene mucha conexión con el español. No sé si pasa en otros países, pero siento que el español nos tiene mucho afecto.
Entrando en materia de «Gotti A», nos encantaría que nos explicases la historia de dualidad que comentas que hay entre Tiago y tu alter ego, Gotti.
Gotti es como un caparazón. Siempre hice canciones que tienen que ver con mi historia, con mi personalidad o con lo que soy yo, pero con el tiempo, cuando fui creciendo más como artista, entendiendo que en un momento deja de ser solo arte y que hay gente que come del proyecto, empecé a pensar en que si sigo hablando de mi vida, de cosas que me pasaron, como que acabo lucrándome de mi historia.
Por eso empecé a desarrollar ese personaje de Gotti, que es como un caparazón artístico. Básicamente desarrollé esa coraza para no tener que exponerme todo el tiempo a lo que es mi historia. Uno es el artista y otro la persona.
«Alegría» con Emilia y Anitta, ha sido una de las canciones del disco. ¿De dónde sale la idea de probarte en un funk brasileño?
Tenía ganas de hacerlo porque justo Emilia había sacado «No Se Ve» y yo estaba con Zecca (productor del tema) en un campamento y le dije que quería hacer algo así. Se la mandé a Anitta y después a Emi y le dije que se subiesen. Fue una buena experiencia. El mismo día lo guardé como «Alegría» featuring Anitta y yo ni siquiera le había pasado la canción. Fue como esa proyección de imaginar y después que se dé.
Entrevistamos recientemente a Lit Killah y nos explicó desde su perspectiva lo positiva que fue su experiencia con «Los del Espacio». ¿Cómo lo viviste tú?
Muy orgánico. Éramos más chicos y estábamos encerrados en cuarentena, así que nos pusimos a producir y a crear todo tipo de contenido en Internet, hasta que empezamos a crecer como grupo. Piensa que antes de entrar a la casa a mí no me conocía nadie y después de salir, no podía andar por la calle.
En un momento, Lit Killah fue el número uno del streaming, tenía como 80 mil personas viéndolo en cada stream y toda esa sinergia que se creó de estar todo el día metidos en la casa, fue muy mágica. Todos los artistas de argentina pasaron por esa casa en algún momento... Fue como ir a la escuela, me da una nostalgia enorme recordarlo.
¿Y la convivencia fue tan buena?…
Quizás lo que más me molestaba era levantarme, bajar a la cocina, ver a alguien ahí dormido y no saber ni quién era. Acababa siendo un amigo de un amigo que la noche anterior no podía volver a casa, pero era un poco raro porque yo venía de vivir en casa con mi madre y mi hermana y mis amigos casi ni iban a la casa donde yo vivía. Era incómodo al principio, pero después bastante bien.
Nos sentábamos juntos a cenar, mirar pelis, íbamos mucho al estudio... También nos reuníamos para organizar las tareas de la casa (aunque luego ninguno hiciera nada). Han pasado muchas cosas, ¡hasta nos robaron los de la limpieza! Fue todo una locura.
Acabas de lanzar «Mi Cuarto» junto a Rels B, con el que también charlamos en Vanidad. ¿Cómo y por qué sale esta colaboración?
Lo conocí en persona acá en España cuando canté en el Camp Nou. Ya habíamos hablado por Instagram y le mandé un tema, pero creo que no le gustó mucho... Sin embargo, hice la que ahora es «Mi Cuarto» en Mar del Plata de vacaciones con mis amigos. Me metí en una habitación, lo grabé y se lo mandé al Rels. El beat era de YouTube. Se lo pasé y me contó que justo había hecho su último disco con beats de Internet, así que, sin saberlo de primeras, hubo química.
Aprovechando que hablamos de colaboraciones, ¿con quién te gustaría juntarte a nivel español?
Con Cruz Cafuné, que me parece una bestia de las barras, con Quevedo ya me he juntado, que el Linton lo filtró una vez... Bad Gyal, Cyril Kamer me gusta mucho, C. Tangana, Rosalía... ¡Te podría nombrar a todos porque hay un montón de artistas que me molan en España!
Con casi todo lo conseguido en tu trayectoria, ¿qué le falta tachar de la lista de objetivos a Tiago PZK?
Cada vez estoy intentando darle más credibilidad artística a mi carrera. Una carrera artística no se puede basar solo en tener números unos, pues no significan nada. Siento que una cosa es el consumo que hay en Internet y otra es la credibilidad artística que vos tengas, el público que te es fiel, lo que generes con tu música más allá de un número.
Lo entendí precisamente después de tener tantos números, porque la forma de consumir música es tan efímera y tan vacía como ver una revista y pasar páginas sin terminar de leer. Eso es lo que le falta a mi música, que la gente se pare en mi página a leer un poco y se pregunte qué tengo para contar. Duki es uno de esos artistas que generan esa credibilidad. No tiene tantos números, pero puede llenar los Bernabéu que quiera.