Hace un año, el Festival de Cine de Cannes ya había clausurado su edición número 72 coronando al director coreano Bong Joon-Ho y a Parásitos, su aclamadísima sátira social que más tarde sería galardonada con cuatro premios Oscar (incluidos el de mejor película y mejor director). Este año, el panorama es muy distinto y es que el Palacio de Festivales y Congresos de Cannes, se ha reconvertido en un refugio para indigentes a causa de la pandemia global que ha azotado prácticamente todos los rincones del planeta.

Este es solo uno de los muchos ejemplos del varapalo sufrido por la industria del cine y el sector cultural en general, que se enfrenta ahora a una tremenda crisis económica y estructural, viéndose obligado a depender de las cada vez más abundantes plataformas de streaming.

Apenas dos meses y medio han permanecido abiertos los cines en España durante este 2020, algunos ni los habrán llegado a pisar... Llevamos desde mediados de marzo sumidos en la pandemia del COVID-19 que ha venido de la mano del confinamiento y, más tarde, de la desescalada. Cada vez estamos más cerca de la nueva normalidad pero no ha sido hasta el pasado 8 de junio, cuando Cinesa, la principal cadena de exhibición cinematográfica en España, ha vuelto a abrir algunas de sus salas.

Aun así, este hecho no ha conseguido mitigar la inquietud, que lleva primando por encima de la esperanza, respecto a una industria desde hace tiempo amenazada por el abandono de un público que ha preferido las tarifas mensuales, el sofá y la manta a la hora de ver y disfrutar del cine y las series.

A principios de marzo comenzó el goteo de noticias que anunciaban el retraso de estrenos de los films más potentes del año. De Sin tiempo para morir a la secuela de Un lugar tranquilo, todas han tenido que claudicar a las circunstancias, posponiendo sus premiers para otoño y arriesgándose así a hacer perder millones a sus respectivos estudios. Pero no quedaba otra alternativa.

Durante el confinamiento, no ha habido ni la mínima posibilidad de celebrar festivales o grandes promociones. Todo ha transcurrido a través de las plataformas de streaming, que han ganado todo el terreno que quedaba por conquistar a cines y teatros, quienes no han podido plantarles cara por un asunto de seguridad nacional. Porque era necesario entretenerse y, a falta de un mundo exterior, el refugio ofrecido por las pantallas del ordenador, las televisiones y los proyectores en oferta, eran la alternativa perfecta.

Como era de esperar, esto ha supuesto unas pérdidas millonarias para una industria que confía en que la temporada estival alivie las profundas heridas que esta situación ha provocado...

Tenet, la gran superproducción de Christopher Nolan, director de Memento o la trilogía del Caballero Oscuro, se ha convertido en la gran esperanza para las salas que puedan permitirse abrir en cuanto la desescalada concluya. Nolan, quien ha recaudado más de cuatro billones de dólares con sus trabajos, no solo apunta a la salvación de las taquillas, sino también a la próxima temporada de premios.

Los Oscar y los Globos de Oro, que por los pelos consiguieron celebrar sus respectivas ediciones de 2020, se han visto obligados a modificar sus criterios de elegibilidad, permitiendo que las películas que tenían planeado su estreno en cines pero han estado previamente disponibles online, podrán también ser seleccionadas para las categorías de Mejor Película, apartados generales y de especialidad.

Y no podíamos acabar este artículo sin antes recordar la mítica escena de El Crepúsculo de los Dioses, cuando Norma Desmond insistía en que aún era una gran actriz y que era el cine el que se había hecho pequeño... Y así ha sido, lo suficientemente pequeño para caber (incluso) en la pantalla de nuestros teléfonos móviles. 

 

 

Juan Marti Serrano: @sswango

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