My truth... https://t.co/tmDhhBGLNQ#sober out now pic.twitter.com/Uwfg6PFPk9
— Demi Lovato (@ddlovato) 21 de junio de 2018 Ahora, a sus 25 años, ha pasado de protagonizar Camp Rock, reconocer su bipolaridad y una pasada bulimia… hasta un hecho que podría haberle costado la vida. ¡Esperamos que te recuperes pronto Demi!De estrellas infantiles a la adicción
Pero la ex chica Disney no es (ni mucho menos) la única celebrity en reconocer sus adicciones. Lindsay Lohan es uno de los ejemplos más veteranos y es que la actriz ya hizo públicos sus problemas en numerosas ocasiones. Anorexia, depresión, entradas y salidas en clínicas de desintoxicación…e incluso días en la cárcel. Lohan nos ha dado algún que otro susto pero parece que ahora va por el buen camino. Era la estrella infantil mejor pagada de la historia. Macaulay Culkin, conocido por interpretar el papel de aquel dulce niño que sobrevivió solo en casa, también truncó su vida con numerosas adicciones... Al igual que Daniel Radcliffe. El éxito de las películas de Harry Potter llevó al actor a una vida totalmente insana. Se hundió en una depresión y cayó en el alcoholismo. El mismo llegó a reconocer que “cuando bebía, me convertía en una persona totalmente diferente. Hasta el punto de despertarme por la mañana en un apartamento desconocido”. La actriz Drew Barrymore llegó a admitir que con 9 años ya era alcohólica. A los 10 empezó con la marihuana y a los 12 se hizo adicta a la cocaína. Musa por excelencia. El 15 de septiembre de 2005 el tabloide Daily Mirror publicaba una portada (que ya es historia del pop). Bajo el titular Cocaine Kate, la modelo Kate Moss aparecía esnifando cocaína en la calle. El revuelo que se formó fue tal que incluso podría haber truncado la carrera de la diva del escándalo. Y es varias marcas (como H&M, Chanel o Burberry) decidieron romper sus acuerdos con ella. El rapero Eminen, también anunció hace un tiempo su adicción, e incluso confesó que estuvo al borde de la muerte a causa de una sobredosis. Por suerte, los médicos llegaron a tiempo.Los que no tuvieron tanta suerte
Tim Bergling, más conocido como Avicci murió el 20 de abril con apenas 28 años. Adicción al alcohol, una pancreatitis aguda y la extracción de la vesícula biliar hicieron que el DJ no pudiera más. En 2016 anunció su retirada de los escenarios y, aunque intento volver a las andadas, nunca fue lo mismo. El documental Avicii: True Stories (disponible en Netflix) narra toda su trayectoria personal y profesional sin filtros, solo con pura realidad. Carrie Fisher, la icónica Princesa Leia apareció muerta en diciembre de 2016. Más tarde se supo que había ingerido cocaína, MDMA, heroína y otros opiáceos. Igual que nuestro querido Prince, que murió por una “sobredosis accidental de drogas” a sus 57 años. Pero sin duda, la celebrity que más impacto causo por vida llena de excesos fue Amy Winehouse. El lunes se cumplían ya siete años desde que fue encontrada sin vida (rodeada de botellas de vodka) por su guardaespaldas. Alcohol y drogas, totalmente incompatibles con el síndrome de abstinencia que sufría, llevaron a la cantante a la temprana muerte de 27 años.Anna Alarcón - @_annalarcon Imágenes: agencias y archivo