Íbamos preparados para lo mejor y, como siempre, Sónar no nos decepciona.
Y es que ya os adelantamos que esta edición del festival iba a estar repleta, no sólo de música electrónica, sino de innovadoras propuestas y grandes apuestas creativas y tecnológicas...
Además de lo que habéis visto en este video, sobre el ambiente de ese año en Sónar tenemos poco más que decir... Poco más que el calor sofocante, que alcanzó su cota más alta en la noche del viernes 16. Así, en las salas de la Fira coexistían los artistas sudorosos, con el público bailando en ropa interior y el abanico (de merchandising) como arma.
El furor del trap
Si Sónar es un reflejo de la vanguardia musical y de las nuevas tendencias, es de esperar que este género musical este presente. Por eso,
millennials y los más aventureros de las generaciones X e Y disfrutamos con los máximos exponentes de este género.
Como por ejemplo Yung Beef, que parece estar entrando en una etapa de madurez en la que combina colaboraciones (la última, con Los Planetas) con su trabajo en solitario.
Por otro lado, sobresalió la actuación de
C. Tangana, probablemente el más popular de los representantes nacionales del trap.
Además, en el escenario SonarXS, pudimos disfrutar también de los shows de nuevas promesas como
Dellafuente o
Maka. Y, cómo no, de la nueva estrella del dancehall:
Bad Gyal.
Las glorias consagradas
Las
viejas glorias consagradas suelen ser lo mejor de Sónar.
Por eso disfrutamos como locos viendo a Cerrone a la batería para interpretar su mega hit: Superature. Mientras a algunos se les caía la baba con sus visuales megalómanos (bustos dorados del padre del italodisco en su juventud) y llenos de color donde compartía protagonismo con iconos de otra época como
Grace Jones, Joan Collins, Gia o Linda Hamilton... Pura emoción para un público entregadísimo.
Emoción como la nuestra al escuchar el
Me, Myself and I de
De La Soul. Aunque hemos de decir que la banda de arenga hiphopera no parecía muy contenta con el público que le había tocado; pues hasta tres veces detuvieron su mayor hit pidiendo más manos en alto...
Quizá todo se debiese a que los raperos tuvieron que compartir horario con Justice, el show más petado de la última jornada del festival.
Los primos hermanos de Daft Punk no encajan del todo en la categoría de glorias... Aún. Pero van camino de convertirse en una, sin duda.
Como le ocurre a
Moderat (¿herederos de Depeche Mode?), que supieron dotar de subidón a su sofisticada propuesta. Porque el trío alemán, si de algo sabe, es de mover masas.
Por último, destacamos a
Thundercat, quien no es tan propio de la cultura de masas, pero sí de la musical. Otro de los representantes de la vieja escuela (en este caso del jazz).
Con su concierto, hizo las delicias de los melómanos de más edad y fue todo un descubrimiento para las nuevas generaciones del público de este Sónar 2017.
EL GRAN SHOW
A pesar de nuestro amor confeso por los artistas consagrados, nuestro favorito entre los favoritos de este Sónar 2017 no es otro que Arca.
Ataviado con una camiseta primero y un corsé después, mientras calzaba unas infinitas
botas legging de altísimo tacón, Arca nos puso el vello de punta dando suelta a su faceta de cantante... Porque, aunque no sea un cantante al uso, la pasión del bolero tradicional impregna las letras en castellano de su último y aclamado trabajo.
Su grandilocuente falsete y su artificio, casi operístico, sumados a las bases electrónicas y los intimidantes visuales de Jesse Kanda convirtieron su actuación EL SHOW mayúsculo de este Sónar.
Dignos de mención fueron el uso de su cuerpo, exhibido en una pasarela que se introducía entre el público, su chaquetilla torera blanca y el final con algo nunca había visto: un fist-fucking. Escena en primer plano que inundó la pantalla tras su avisó al púbico para que los menores, si los había, desalojaran la sala.
Los nuevos descubrimientos
Hablando de descubrimientos, nosotros también tuvimos el nuestro: Anderson Paak.
La nueva estrella del neo-soul ofreció un concierto que no dejó a nadie quieto en la pista. Sobre todo cuando sonaban los cortes de su último disco,
Malibú... Que rápidamente hemos ido a buscar a Spotify ;)
Como Arca, Anderson Paak es aún muy joven. Pero va camino de reinar en su género (como lo hace el venezonalo en el suyo), una mezcla de funk y soul con hip-hop, pop y unos toques de disco. Combinado explosivo que se realza con su enorme actitud y un impresionante despliegue físico, teniendo en cuenta las tórridas temperaturas. Puro nervio con constantes carreras, saltos y bailes.
Los amos de la electrónica
En la programación de este año de Sónar han destacado varios DJs que, en palabras de los organizadores, podemos definir como "verdaderos arqueólogos musicales y amantes de los sonidos olvidados". Personajes carismáticos de la escena electrónica que se dedican a rastrear las tiendas de discos para encontrar esas joyas que sólo ellos tienen. Y que el común de los mortales sólo podemos escuchar en uno de sus sets del festival (gracias).
Entre ellos, quizás los más respetados y admirados sean tres:
Craig Richards, Nina Kravitz y
The Black Madonna.
El primero, mítico DJ de la sala Fabric de Londres. Durante veinte años ha educado el gusto del público británico (y del resto del continente) en materia de música de baile. Se mueve con maestría entre el deep house, el dub techno, el space disco y el funk abstracto.
Nina Kraviz, por su parte, nos deleitó una vez más con una sesión impecable. Demostrando amor infinito por la tradición, por el techno aventurero y la música de baile.
Por último, The Black Madonna supo transportarnos al Berlín más industrial. Y recordarnos, cual Panorama, cómo un amanecer techno es un gran amanecer ;)
Sónar 2017 en cifras
Los organizadores de Sónar confirman que el festival ha cerrado su 24ª edición con 123.000 visitantes. Se trata de la cifra más alta en la historia del festival.
El festival ha reunido a 61.000 personas en Sónar de Día. Repartidas entre los 5 escenarios de actuaciones musicales y las 157 actividades de Sónar+D.
Sónar de Noche ha recibido este año 62.000 visitas. Con una afluencia de público muy similar en las dos noches. 32.000 personas el viernes frente a las 30.000 del sábado.
Por su parte, Sónar+D, el congreso de creatividad y tecnología del festival, ha doblado las cifras del año pasado. Este 2017 roza los 5.500 profesionales inscritos procedentes de 57 países. Según los organizadores, también se han superando ampliamente las expectativas.
Y es que paralelamente a la programación musical, las realidades alternativas del Sónar+D también han causado furor entre el público. Destacamos de su oferta do el estreno mundial de Phosphere, el espacio interactivo del japonés Daito Manabe.
Nuevas sensaciones para un público acostumbrado a la búsqueda de nuevas sensaciones. Por eso pudimos ver cómo los asistentes se han rendido a la oferta del nuevo espacio Realities +D. Allí se han presentado las propuestas de Realidad Virtual más innovadoras.
Además, las 30 conferencias programadas han oscilado entre el 80 y el 100% de ocupación.
Hasta las sesiones de networking y los workshops han superado expectativas. Este año han contado con la participación de más de 1.000 personas y doblando las cifras del año pasado.
Redacción Vanidad – @vanidad
Fotografías – @sonarfestival
Video – Lucía Pardavila & Martín Milone
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