Científicas, artistas, escritoras, fotógrafas... Muchas son las mujeres que a lo largo de su vida han marcado un antes y un después en la historia de la humanidad. Pero lejos del reconocimiento, sus nombres fueron eliminados y en ocasiones, suplantados por la identidad de un hombre.

Padres, parejas, hermanos o amigos se han aprovechado de las ideas creativas de sus compañeras para conseguir el éxito. Creatividad y originalidad, que siendo impropias y vetadas para las mujeres, consiguieron triunfar con hombres. Y aunque algunas hayan conseguido librarse de usurpación de la identidad... muchas han tenido que utilizar pseudónimos masculinos para que su obra fuese valorada. Sin ir más lejos, J.K. Rowling,la creadora de Harry Potter, tuvo que modificar su firma para ocultar su género. Fue una sugerencia/decisión de los editores. Le aseguraron que si se le ocultaba a los lectores habría más posibilidades de que el público se interesara por la obra.

¿Lo bueno de todo esto? que cada vez las mujeres tenemos menos miedo y más ganas. Queremos ocupar el sitio que nos pertenece. A continuación te mostramos algunos de los casos más famosos... pero te van a sorprender, algunos no son tan antiguos como piensas.

Gerda Taro

La historia de la fotografía no se puede conocer sin el nombre de Robert Capa. Endre Ernö Friedmann era un fotógrafo húngaro que no logró de conseguir su fama hasta que Gerda Taro apareció en su vida. Después (cuando ya eran pareja) Gerda fue quien le sugirió a Friedmann que usara el psudónimo de Robert Capa. Juntos viajaron a España para sacar fotografías de la Guerra Civil. Mientras estaban atrincherados con el bando republicano, consiguieron captar el momento exacto de la muerte de un militante (aunque todavía se pone en duda su veracidad). Esta foto marcó un antes y un después en la historia del fotoperiodismo. Por primera vez un periódico publicó una foto donde se mostraba alguien en esta situación. En 1937 murió Gera, y a partir del ahí Robert Capa fue utilizado en exclusiva por Friedmann. Pero años después, se ha demostrado que ambos utilizaban el nombre de Robert Capa para conseguir tal éxito. Aún así las imágenes sobre la Guerra Civil española que hay en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía figura exclusivamente el nombre del fotógrafo Endre Ernö Friedmann, pero no el de la fotógrafa Gerda Taro.

Zelda Fitzgerald 

F. Scott Fitzgerald, uno de los escritores más importantes de la historia, siempre ha estado envuelto en este debate. Muchos son los que afirman muchas de sus obras han contado con la aportación de Zelda, su esposa, que también era escritora. Muchas de las historias de Zelda Fitzgerald las publicó con una autoría compartida por su marido. Pero otras, aparecieron publicadas directamente bajo el nombre de Scott. También se sospecha que el escritor utilizó fragmentos completos del diario de Zelda para meterlos en sus novelas. Same Me The Waltz fue la única novela que escribió Zelda. Solo tardó dos meses en escribirla, mientras que Scott tardó muchísimos años en escribir Suave es la noche. Lo que queda claro es que la creatividad de Zelda era mucho mayor que la de su marido. Y esto era algo que el propio Scott nunca aceptó.

Margaret Keane

Margaret Keane es uno de los casos más famosos. Incluso Tim Burton lo llevó a la gran pantalla en la película "Big Eyes".

Margaret Keane fue una gran artista que, cegada por el amor, vio como su pareja se apropiaba de sus obras. Ojos gigantes y expresiones gélidas, son las principales característica de sus cuadros. A pesar de su gran talento, Margaret se mantuvo durante muchos años oculta a la sombra de su marido, Walter Keane. Fue el quien la convenció para convertirse en el "autor" de los cuadros y ella aceptó. Pero el gran éxito que Walter Kaene comenzó a tener y la vida desenfrenada de lujo y mujeres hizo que Margaret pusiera punto y final. Mujer revolucionaría que empezó a cambiar el estilo de sus cuadros y a firmarlos. Años después pidió el divorcio. Recuperó la autoría de sus cuadros en el juicio. El magistrado pidió a ambos que elaboraran "in situ" uno de los cuadros, con lo que quedó evidenciado quien era el autor real.

Fuente: People

Fumiko Negishi

Pero si pensabais que estos hechos patriarcales eran del siglo pasado, os equivocabais. Fumiko Negishi, una pintora japonesa, demandó hace dos años al pintor valenciano Antonio de Felipe (el Warhol español, para muchos).

La artista segura que es la autora real de los cuadros y pide al pintor que lo admita públicamente. Reclama más de 200 obras que el pintor habría firmado y vendido con su nombre. Después de muchos años trabajando en el taller del pintor, Fumiko Negishi ha decido hablar tras recibir una carta de despido.

De momento ha ganado en primera instancia la demanda por despido improcedente que interpuso contra el pintor Antonio de Felipe. No sabemos si la justicia reconocerá su autoría, lo que si es seguro es que estaremos al tanto.

  

Pero tristemente estos no son casos aislados. A lo largo de la historia se ha hablado mucho de "parejas" que se han influido en sus obras. Marietta Robusti y su padre Tintoretto, Camille Claudel junto a su pareja Rodin, Frida Kahlo y Diego Rivera, Gabrielle Munter y Kandinsky,  Yoko Ono y John Lennon, Alma Reville y Hitchcock, Artemisa Gentileschi y su padre Horacio Gentileschi…Una larga lista imposible de resumir. Pero lo peor de todo es que son muchas más las que han su autoría ha quedado infravalorada en la oscuridad. Eso es lo que pasó con las hermanas Brontë, con Mary Ann Evans (George Eliot) o con Cecilia Bölh de Faber (Fernán Caballero) Aún así son muchas las que no conoceremos, pero ojalá poco a poco llegue la luz para todas ellas.

 

Alba Onsurbe - albaonflo

 

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