Qué es el hype? ¿Por qué tiene tanto que ver en el éxito en audiencia de series como "Juego de Tronos", "The Walking Dead" o "Hannibal"? La respuesta, en este artículo.  Hay dos palabras que definen el mundo seriéfilo de nuestro tiempo. Una es spoiler; la otra, hype. Y es que, sin ésta última, sería difícil concebir el éxito que muchas series han tenido y están teniendo en la actualidad, con audiencias millonarias y otros tantos millones de comentarios en redes sociales, etc.  
"Juego de tronos"
En ese sentido, tres pueden ser las razones de un éxito alto y sostenido en el tiempo en lo que a series se refiere. Tres claves perfectamente compatibles entre ellas pero que pueden valer por sí solas para mantener a flote la audiencia y, con ello, la emisión de una serie:
  • La calidad: Una razón que podría resumirse en “Es tan buena que va sola”. Ejemplos: "True detective", "Mad Men", "Breaking Bad", "American Horror Story", "Sherlock", "Los Soprano", "The Wire", "House of Cards"…
  • El hype: Una razón basada en provocar de manera más o menos inteligente y/o sutil el interés del espectador y que lleva a que éste genere un síndrome de abstinencia descomunal a la espera de nuevos episodios de una serie. Ejemplos: "Juego de tronos", "The Walking Dead", "Hannibal", "Homeland", "Penny Dreadful", "24"…
  • El fenómeno fan: Consiste en abordar temas o crear personajes tan carismáticos o magnéticos que conviertan a la persona al otro lado de la pantalla en una especie de groupie” de una serie. Ejemplos: "The Big Ban Theory", "Agentes de SHIELD", "Perdidos", "Friends", "Buffy Cazavampiros", "Doctor Who"…
"True Detective"
De estas tres explicaciones del éxito de una serie, la más “actual” es la del hype, especialmente gracias a la repercusión que tiene en redes sociales (millones de personas comentando online qué les ha parecido un capítulo, qué esperan del siguiente, teorías y conjeturas sobre el desenlace de una trama, etc), lo cual genera un efecto multiplicador y una retroalimentación que aporta muchos, muchos espectadores nuevos y ahorra muchas, muchas campañas promocionales y con ello mucho, mucho dinero. Sin embargo, pese a su vigencia, esta técnica del hype es bastante “antigua” y procede del mundo literario (Ej: los folletines de antaño ya abusaban descaradamente de esto), algo lógico si tenemos en cuenta que, a la hora de la verdad, la narrativa impresa y la audiovisual consiste en lo mismo: contar bien una historia. Y es que, más allá del recurso del cliffhanger y de los giros argumentales, el hype consiste básicamente en generar expectativas en forma de preguntas o dudas (sobre una trama, sobre un personaje, sobre una situación, etc) y postponer su resolución y/o aclararlas de manera imprevista por el público. Un arte que sobra decir que George R.R. Martin, el padre de "Juego de tronos", domina como pocos, lo cual explicaría (aunque no totalmente) el apabullante récord de audiencia (7,1 millones de espectadores) que ha tenido el cierre de la cuarta temporada de una serie que lleva camino de ser mítica si no lo es ya. De todos modos, dominar el hype es algo al alcance de no mucha gente. De hecho, el cementerio televisivo está lleno de pufos y bluffs que en vida fueron series que no supieron generar y/o gestionar bien el hype de su audiencia. Por algo será. Javier Crespo Cullell